Datos de la ruta
- Zona: valle del río Eresma; río Pirón; Tierra de Pinares
- Duración: 2 días
- Tipo de recorrido: circular
- Tipo de firme: la ruta combina tramos de pista, en general en muy buen estado, con tramos de asfalto poco concurrido. Encontraremos tramos de sendero en la parte del río Eresma y el río Pirón. La ciclabilidad es prácticamente del 100% a excepción de:
- Segunda jornada:
- Puntos muy concretos de la senda junto al cauce del río Pirón que puede hacer que tengamos que bajarnos de la bici para pasar alguno de los puentes o salvar alguna piedra.
- Segunda jornada:
Descripción
En esta ocasión nos acercamos a la provincia de Segovia para adentrarnos en sus rincones por una ruta que combina naturaleza, yacimientos arqueológicos y algún lugar abandonado. Todo ello en una ruta muy rodadora que hará las delicias de los amantes del cicloturismo, estamos seguros.
Os proponemos una ruta diferente, alejada de los lugares más transitados de la provincia, para conocer a fondo el entorno del río Eresma y parte del río Pirón: sus parajes, sus pueblos y su historia. Nos vamos a conocer una pequeña porción del valle del Duero.
En nuestro recorrido hemos seguido algunos tramos de los siguientes caminos señalizados:
Día 1. Ortigosa de Pestaño-Turégano (77 km-600 m+)
Empezamos la jornada en el pueblo de Ortigosa de Pestaño por su proximidad al Camino Natural de la Vía Verde del Eresma. No se oye un ruido. Nos incorporamos al trazado del Camino Natural de la Vía Verde del Eresma junto a la destartalada estación de Ortigosa. No tardamos en circular paralelos a la actual vía del tren.
Los raíles, por los que discurre la actual Vía Verde del Eresma, entraron en funcionamiento en 1884 y unían Segovia con Medina del Campo. Dejaron de pasar trenes por esta vía en el año 1993. Actualmente se ha convertido en un cómodo recorrido de casi 74 kilómetros que unen Segovia con Olmedo (Valladolid).
Seguimos el casi recto trazado durante 10 kilómetros entre tierras de cultivo y el ruido del paso de algún tren, para desviarnos a la entrada de Nava de la Asunción. Nos unimos al asfalto de la carretera SG-V-3413 que nos lleva de manera cómoda hasta Domingo García. Iniciamos la subida a nuestro primer obstáculo del día. Una pista de buen firme asciende de manera cómoda pero sostenida hasta lo más alto del Cerro de San Isidro. Cuando empezamos el descenso nos encontramos con uno de los yacimientos que veníamos buscando: el conjunto rupestre del Cerro de San Isidro.
Entre los salientes rocosos aparecen numerosos grabados que abarcan un amplio abanico cronológico. La figura más antigua se ha atribuido, no sin cierto debate, al Paleolítico Superior (concretamente al Solutrense) y se trata de la figura piqueteada de un caballo, uno de los grabados más conocidos del conjunto. Cada uno de los paneles va acompañado de un cartel explicativo que ayuda a localizar e interpretar algunas de las representaciones.
Dedicamos un buen rato a la visita de este impresionante conjunto. También nos acercamos a visitar las ruinas de la ermita de San Isidro (en uso hasta la Guerra de Independencia). En torno al edificio religioso, se localizan algunas tumbas antropomorfas de los s IX-XI.
Retomamos nuestra ruta. Para ello cogemos la carretera SG-P-3411 que nos lleva hasta la localidad de Bernardos en algo menos de 3 kilómetros. Desde aquí ponemos rumbo a otro cerro y otros restos: el cerro de la Virgen del Castillo. Para llegar hasta ellos toca subir hasta los 930 m de altitud. La pendiente se agudiza en los últimos metros que nos dejan junto a la ermita de la Virgen del Castillo (s. XVIII).
En la parte más elevada se pueden ver los restos de una muralla tardorromana, concretamente el lienzo orientado hacia el valle del Eresma, donde es visible una puerta de acceso flanqueada por dos torres circulares.
Abandonamos el lugar por una apertura practicada en la roca (seguramente aprovechada como sistema defensivo) para descender por una senda pedregosa que atraviesa una parte de la muralla y retomar la misma pista que nos trajo hasta aquí.
Volvemos sobre nuestros pasos. A la entrada de Bernardos, nos desviamos en dirección sureste por una pista ancha en ligera pendiente. Todo a nuestro alrededor vuelven a ser campos de cultivo. Hacemos una breve parada en el dolmen de Santa Inés (próximo a la ermita románica, en ruinas, del mismo nombre), uno de los pocos ejemplos de este tipo de construcciones en Segovia. Apenas se puede ver nada ya que está en proceso de excavación. El lugar está vallado, la cámara y corredor se han tapado para preservarlo. Solo se aprecia el importante túmulo que lo cubría de 30 m de diámetro.
Retomamos nuestro camino e iniciamos el descenso hacia el cauce del río Eresma. El camino nos lleva derechos hacia una fea zona de canteras. Atravesamos este área maltratada para tomar una senda más estrecha que se adentra en la vegetación de ribera y nos lleva hasta el molino del Arco.
Aquí el río Eresma baja caudaloso formando un rincón de vegetación densa. Un puente de madera algo torcido, pero que resiste firme las envestidas del caudal, nos permite salvar las aguas del río Eresma y cambiar de ribera.
Dejamos atrás las aguas del río Eresma tomando una senda empinada que nos aleja de las aguas. La pendiente es dura y hay que apretar, pero el paisaje ayuda a llevarlo mejor. Recuperamos gran parte de la altitud perdida para llegar a los restos del pueblo de Fuentes que quedó abandonado a medidos de los años sesenta. Entre los cascotes, perdura su iglesia parroquial, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Nos unimos a la Senda del ayer que nos lleva hasta la población de Carbonero el Mayor a apenas 2 kilómetros de Fuentes.
Nos encontramos en Tierra de Pinares. Atravesamos las calles de Carbonero el Mayor para tomar una pequeña carretera en dirección a Mozoncillo. Para evitar el asfalto nos desviamos por buenos caminos que atraviesan los campos de labor y, ahora sin apenas desnivel, nos llevan hasta Monzonillo. Por la carretera SG-211 llegamos a la localidad de Aldea Real y, abandonando esta misma carretera en favor de un camino casi paralelo, llegamos a Aguilafuente.
El sol nos sonríe muy cerca del horizonte, así que no nos entretenemos y proseguimos a nuestro último objetivo del día. Tomamos la carretera SG-222 y la abandonamos para seguir las indicaciones de la ruta 1. Villa romana de Santa Lucía. La senda discurre junto al arroyo del Prado de Sauquillo. El trazado se ve difuminado entre las hierbas, pero nos lleva sin pérdida hasta la villa romana de Santa Lucía.
Gran parte de los restos, entre ellos los mosaicos rescatados de este emplazamiento, permanecen expuestos en el Aula Arqueológica de Aguilafuente para el disfrute de los visitantes. También se localizaron pinturas murales en uno de los corredores del peristilo que se exponen en el museo de Segovia.
Desde aquí retomamos la carretera para desviarnos poco después por un camino de buen firme que nos lleva, en un recorrido que, a estas alturas y con la noche acechando, se hace largo, hasta las calles de Turégano.
Día 2. Turégano-Ortigosa de Pestaño (76 km-650 m+)
Retomamos esta segunda jornada a la sombra del impresionante castillo de Turégano que apenas intuimos la noche de nuestra llegada. La iglesia de San Miguel, construida en su interior y de singulares tonalidades rosadas, remonta sus orígenes al siglo XII, si bien es más que probable que se levantara sobre construcciones previas de origen árabe.
Dejamos atrás la localidad rumbo sur por una pista paralela, pero alejada, a la carretera SG-P-2222 para llegar a Torreiglesias. Desde el pueblo iniciamos un descenso entre encinas con unas vistas magníficas del valle del río Pirón. En un fuerte descenso final llegamos al abandonado caserío de Covatillas. En este punto se localiza un magnífico puente del s. XVI que posibilita acceder a la ribera opuesta del río Pirón.
Nos desviamos unos cientos de metros del recorrido principal para acercarnos a las ruinas del molino de Covatillas. El camino que nos lleva hasta esta construcción no se desvía apenas del ruidoso cauce del río Pirón y nos lleva, sin apenas desnivel, a un rincón precioso de esta ruta.
Para retomar el recorrido, no nos queda más remedio que deshacer el camino andado y retornar al caserío de Covatillas. Aquí nos unimos a una pista de buen firme que nos lleva junto a las aguas del río Pirón. La pista no tarda en convertirse en senda para avanzar junto a las moles rocosas que definen el cauce del río.
Un puente bien situado nos permite atravesar las aguas del río Viejo primero y del río Pirón después sin mojarnos los pies (había zonas de vadeo pero los ríos iban bastante crecidos). A lo lejos, se puede ver, acoplada a las rocas, la construcción de la ermita rupestre de Santiaguito a la que no es posible subir con las bicis, así que habrá que volver para visitarla.
El camino se vuelve muy irregular e incómodo mientras el barranco se abre. Nos separamos del río Pirón para encarar una fuerte subida siguiendo el arroyo del Valle. Aquí hay alguna rampa de fuerte pendiente que nos hará sudar. Llegamos a la localidad de Adrada de Pirón, pero la subida aún no ha finalizado. Un último tramo por asfalto siguiendo el trazado de la carretera SG-P 2222, nos permite subir los últimos metros para alcanzar zonas más llanas en Brieva.
Desde esta localidad tomamos el camino a Torrecaballeros. La idea es unirnos al Camino de San Frutos, pero cuando nos cruzamos con él nos encontramos con un gran barrizal que nos obliga a seguir de frente y rodear, fuera de pista, la zona para reencontrarnos con el trazado del Camino de San Frutos unos metros después. El camino hasta llegar a Tizneros está delimitado por vallas de piedra y metal que dejan a distancia segura el abundante ganado de las fincas.
Por zona bastante urbana, unimos Tizneros con Espirdo y éste con Lastrilla, donde nos unimos a la carretera SC-SG-29 para entrar a Segovia directamente hasta el acueducto romano de Segovia, otra de esas maravillas arqueológicas de esta ruta.
Atravesamos la ciudad hasta unirnos al Camino Natural de la Vía Verde del Eresma. Nos alejamos de la capital paralelos al arroyo Tejadilla para irnos acercando, de manera cómoda, al río Eresma que atravesamos antes de llegar a Hontanares de Eresma. El recorrido del Camino Natural de la Vía Verde del Eresma es un largo tramo sin apenas desnivel que acompaña a las sinuoso trazado del río Eresma y nos acerca a los restos que quedan de esta vía de ferrocarril.
A la altura del arroyo del Tormejón, el Camino Natural de la Vía Verde del Eresma se desvía para tomar rumbo oeste hacia Miguel Ibáñez. Nos adentramos en terreno agrícola. A nuestra derecha podemos distinguir la silueta del Cerro de San Isidro que visitamos el día anterior.
Con la tarde ya en decadencia, llegamos al punto de salida, Ortigosa de Pestaño, para dar por finalizada esta ruta llena de contrastes.
Recorrido
Información práctica
- Podéis encontrar el track en: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/valle-del-eresma-y-rio-piron-125994908#lb-embed
- Vestigios arqueológicos de la ruta:
- Rutas nuestras realizadas por la zona o parte del trazado pasa cerca de esta ruta:
- Pueblos abandonados visitados en la ruta:
- Fuentes
- Caserío de Covatillas (o Cobatillas)
- Información sobre los caminos señalizados:
- Hay una ruta de senderismo por el río Pirón que permite conocer en profundidad este precioso lugar.
Bibliografía
- Libros:
- GONZALO GONZALES, JOSÉ MARIA. El Cerro del Castillo, Bernardos (Segovia). Un yacimiento arqueológico singular en la provincia de Segovia durante la Antigüedad Tardía. Obra Social y Cultural de Caja Segovia. 2006.
- Artículos:
- CORCHÓN, SOLEDAD; LUCAS, ROSARIO; GONZÁLEZ-TABLAS, FCO. JAVIER; BÉCARES, JULIÁN. El arte rupestre prehistórico en la región castellano-leonesa (España). Zephyrus: Revista de prehistoria y arqueología. Nº 41-42. 1988-89. PP. 7-18.
- MARTÍN VELA, RAÚL; DELIBES DE CASTRO, GERMÁN; MUNICIO GONZÁLEZ, LUCIANO. Megalitos al norte de la sierra de Guadarrama: primicias de la excavación del dolmen de Santa Inés en Bernardos (Segovia).Cupuam. 47. 2021. PP. 1-28.
- PECCI TENRERO, HIPÓLITO; RIPOLL LÓPEZ, SERGIO. El arte rupestre postpaleolítico del conjunto de Domingo garcía (Segovia). Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Prehistoria y Arqueología. T 4. 2011. PP. 111-122.
- RIPOLL LÓPEZ, SERGIO; MUNICIO GONZÁLEZ, LUCIANO JOSÉ. Las representaciones de estilo paleolítico en el conjunto de Domingo garcía (Segovia). Espacio, Tiempo y Forma. Serie I, Prehistoria y Arqueología. T V. 1992. PP. 107-138.
- SASTRE DE DIEGO, ISAAC. La villa romana de Santa Lucía (Aguilafuente, Segovia). Aproximación a su estudio treinta años después de su excavación. Espacio, Tiempo y Forma. Serie I. Prehistoria y Arqueología. Nº 14. 2001. PP.277-301.