Por carreteras secundarias (Alfonso Armada)

Datos del libro

  • Autor: Alfonso Armada
  • Editorial: Malpaso
  • Páginas: 389

 

Sinopsis

En este caso el título es muy gráfico y representativo del contenido: un recorrido por la geografía española evitando las grandes vías, siguiendo las carreteras secundarias. Dando giros, vueltas, bucles y perdiéndose por el camino el autor nos invita a visitar algunas localizaciones perdidas en el mapa, cada una con su historia y sus gentes, pero centrada en esos lugares alejados de los espacios transitados.

Inicia este viaje en el kilómetro cero, en el punto de fuga de las vías en España: la Puerta del Sol. A partir de este punto cero, inicia un recorrido casi en espiral por carreteras perdidas que le llevaran por toda la geografía. Una primera parte (que se corresponde con un primer viaje por carreteras secundarias) se corresponde con la mitad norte. Desde los pueblos de la Sierra de Ayllón, la Serranía de Cuenca, Teruel, Tierra de Campos, las zonas mineras de Asturias, hasta la frontera norte de Portugal.

Una segunda parte (que se corresponde con un segundo viaje, al año siguiente, por carreteras secundarias) se corresponde con la zona sureste y sur peninsular: desde las Arribes de Duero, el Valle de la Serena, las sedientas tierras del sur más agreste, hasta llegar a las extensas tierras de La Mancha. Todo ello con un sabor de nostalgia, en una búsqueda de un pasado más próspero que parece haber abandonado a estos pueblos que hoy se quedan silenciosos y, en algunos casos, casi abandonados ante la falta de perspectivas.

Un libro donde la poesía circula por esas carreteras secundarias a ritmo lento y, por ello, hay que leer a ese mismo ritmo, lento, en silencio. Hay que saborear las palabras porque Alfonso Armada utiliza un lenguaje a veces algo barroco, pero siempre preciso y lleno de sentimiento. Pero no es lo único a saborear en este libro, las continuas referencias literarias (Juan Ramón Jiménez, Azorín, Sánchez Ferlosio…), que en ocasiones se convierten es una buena excusa para descubrir lugares y paisajes, abrirán la mente del lector y la curiosidad por conocer.

En definitiva un libro que hará las delicias de los amantes de la lectura y ampliará los horizontes para aquellos deseosos de conocer y recorrer las carreteras secundarias.

Por qué nos ha inspirado

Más que inspirarnos, nos ha recordado la cantidad de carreteras secundarias y caminos que quedan por descubrir. Es un libro que incita a conocer, a descubrir, a saborear los lugares. Es imposible que no inspire.

A medida que lo hemos leído, una sonrisa se nos ha dibujado en los labios al ver por escrito lugares que hemos recorrido y que ahora, a través de otros ojos y sensibilidades, nos asalta el deseo de volver a recorrer. Una sonrisa aflora sin ninguna censura en el recorrido, muy especial, que realiza por los pueblos negros de la Sierra de Ayllón en Guadalajara, donde tantas rutas de senderismo hemos realizado (como las ascensión al Ocejón o el espectacular GR-60). La nostalgia nos invade cuando el nombre de Alar del Rey asoma entre las páginas (punto de inicio del Canal de Castilla). Una punzada de deseo, nos atraviesa cuando callejea por las empinadas calles de Tui (punto de paso obligado en el Camino de Santiago de Portugal). Las piernas nos tiemblan por el esfuerzo al hacer para en Villablino (localidad de final de etapa en nuestro recorrido por los valles de Omañan, Babia, Luna y Laciana). Disfrutamos de las sierras levantinas cuando recorremos de nuevo las calles de Jérica (por donde pasamos no hace mucho en nuestro recorrido por la Vía Verde de los Ojos Negros). Y nos asalta el olor de las aguas salinas mezclado con el barullo de las aves en su migración al regresar a tierras de La Mancha (tierras que recorrimos no hace mucho para visitar los Humedales occidentales de La Mancha).

Y es que, a veces, los libros no solo nos inspiran si no que nos trasladan de nuevo a aquellos lugares que tuvimos la suerte de recorrer. Siempre es interesante las percepciones de esos mismos lugares desde otros ojos y otras sensibilidades. Porque nunca un mismo sitio es visto ni sentido de igual manera por diferentes personas, ya que cada uno impregna de sí mismo el paisaje.

Pero la lectura de esas soledades geográficas también han reavivado algunos viejos planes que, después de esta estimulante lectura, retomaremos. Tal es el caso del proyecto del valle de la Serena, o el recorrido por algunas poblaciones de Teruel.

Pero si nos tenemos que quedar con alguna parte que nos ha llegado muy adentro, con la que realmente nos hemos sentido identificados a lo largo de estas páginas, nos quedamos con este breve poema:

 

Ojalá fuera así la vida

por carreteras secundarias

sin un propósito claro

sin saber dónde vamos a dormir mañana

qué carretera tomaremos

a quién conoceremos

dónde nos alcanzará la dicha

dónde nos detendrá la muerte

Pero ¿no es ésa la vida?

 

Seguro que muchos de vosotros os sentís identificados con estas hermosas palabras. Esperamos que os sirvan de inspiración para que, sea lo que sea, encontréis lo que estéis buscando en la vida.

Felices carreteras secundarias.

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