Datos de la ruta
- Zona: Montes Universales, Sierra de Tremedal, Sierra de Albarracín, Parque Natural del Alto Tajo
- Duración: 2 días.
- Tipo de recorrido: circular.
- Tipo de firme: en general buenas pistas (especialmente en la segunda jornada) con algún tramo pedregoso en general de bajada.
Descripción
No es la primera vez que nos acercamos a estas montañas situadas en el límite entre la provincia de Guadalajara y Teruel. Esta nueva ruta se abre camino escoltada por un par de salidas anteriores: la ruta por la Sierra de Zafrilla (situada al este en la provincia de Teruel) y la ruta por el Parque Natural del Alto Tajo y Señorío de Molina (en la provincia de Guadalajara).
Buscamos nuevas pistas, nuevos caminos que apenas distan unos pocos kilómetros de las ya nombradas, pero que nos ofrecen una nueva perspectiva de estas soledades. En esta ocasión nuestras pedaladas nos permitirán circunvalar la Sierra de Tremedal atravesando a su vez el norte de la Sierra de Albarracín y recorriendo, de sur a norte, el límite más oriental del Parque Natural del Alto Tajo.
Día 1. Orea-Griegos (44 km-1040 m)
Nuestro punto de salida lo situamos en la población de Orea. Dejamos atrás el pueblo siguiendo las indicaciones de un viejo conocido: el Camino del Cid (con el que nos reencontramos de manera periódica, yo creo que es la tentación que nos sale al paso). Los primeros kilómetros los realizamos por asfalto de la carretera A-2707. Cuando llevamos cuatro kilómetros (poco después del cartel que nos anuncia que entramos en la provincia de Teruel) la señales nos sacan de la carretera para iniciar el descenso hacia el Río Gallo y la conocida como Fuente del Cura.
Nos volvemos a unir al asfalto para recorrer los últimos kilómetros que nos acercan a la población de Orihuela de Tremedal. Atravesamos sus calles silenciosas para retomar las mismas señales que nos han traído hasta aquí y abandonar definitivamente el asfalto.
Ante nosotros se extiende la desconocida Sierra de Tremedal. Entre sus extensos pinares sobresale el Caimodorro (o Alto del Tremedal), una montaña de perfiles suaves que con sus 1936 m es la máxima altura de esta sierra.
Desde Orihuela de Tremedal iniciamos una mantenida ascensión. Los primeros kilómetros son suaves, la pista buena, así que disfrutamos del paisaje: robles, praderas verdes y flores que tiñen de primavera este húmedo y poco habitual julio. Ganamos altura hasta alcanzar el collado de los Sevillanos (1704 m). Sobre una pradera espectacular los caminos se bifurcan y abandonamos el Camino del Cid. Ahora seguimos las indicaciones de un PR (sendero de pequeño recorrido): PR-TE-130.
Sin apenas desnivel, que agradecemos después del esfuerzo de esta primera gran subida de la jornada, alcanzamos una pista asfaltada que nos lleva al área recreativa de Fuente del Canto. Nuestra ruta bordea la Peña de la Huerta (también hay la posibilidad de seguir el PR-TE-130 en sentido inverso que nos deja en el mismo punto, ya pasada el área recreativa). Después de los kilómetros solitarios que llevamos recorridos, nos vemos sorprendidos por una auténtica concentración en el área recreativa. Salimos huyendo del ruido, la música, la gente y tanto olor a chuletas.
Seguimos apenas un par de kilómetros por una pista asfaltada. Nos desviamos de nuevo por una pista y nos adentramos en los silenciosos pinares siguiendo lo que parecen las indicaciones de una ruta ecuestre: IE-134 (hay señalización de rutas por todas partes, las posibilidades en la zona son infinitas). Entramos en la Sierra de Albarracín.
Es impresionante ver las praderas verdes en pleno mes de julio. Disfrutamos con el aire fresco cargado de olores y la felicidad de los pájaros sobre nuestras cabezas. Nos encontramos con algunas fuentes con caudal desigual. En la Fuente de los maquis iniciamos el descenso siguiendo el Barranco de la Tejeda.
Entre paredes se despliega todo un arcoiris: flores amarillas, blancas, violetas y un penetrante olor lo llena todo. Avanzamos despacio, intentamos retener los olores, colores y sonidos que nuestra ignorancia es incapaz de poner nombre. Un tramo espectacular, solitario. Lo disfrutamos con egoísmo, todo este paisaje se muestra para nosotros.
El último tramos de este descenso se vuelve pedregoso y nos obliga a desviar la vista de los paisajes para centrarnos en el camino. Después de tal borrachera, el camino se abre entre rocas. Enlazamos con el PR-TE-3 (que viene desde Bronchales) para entrar en el pueblo de Noguera de Albarracín.
Esta población, situada a casi 1400 metros de altitud, se encuentra encastrada entre montañas y regada por las aguas del río Noguera. Para proseguir con el recorrido no tenemos más opción que ganar altura siguiendo la carretera. Entre pinares y sorbiendo la sombra del pinar, alcanzamos la cota de los 1800 metros. Aquí se sitúa nuestro siguiente desvío y, como no, bajamos.
Nos lanzamos en picado por una buena pista siguiendo las indicaciones del área recreativa de Virgen del Carmen. La panorámica de las extensas praderas en magnífica y nos paramos en varios puntos del descenso para saborear este rincón bucólico.
Prácticamente alcanzamos las aguas del río de la Garganta. Pero tal bajada solo puede significar una tremenda subida y no nos equivocamos. Iniciamos el ascenso. Estamos en las horas centrales del día y, aunque el calor no es excesivo, se deja notar. Las primeras rampas son suaves, pero la pendiente es más fuerte a medida que avanzamos hacia la cabecera del valle. Giros cerrados y pedregosos nos permiten el acceso al Collado de la Garita (1649 m).
Nos las prometemos muy felices, pero nada más lejos de la verdad. Un leve descenso y retomamos la ascensión. Primero lentamente hasta alcanzar el GR 10.1. Un giro de noventa grados marca el inicio de la última subida del día. Ascendemos hasta los 1786 m, punto en el que los indicadores del GR 10.1 y el sendero local SL-RE16 marca el desvío al refugio Majada de Matapán (a unos 400 metros).
Nos tiramos de cabeza por la pista que sigue el Barranco de la Pared. Descenso pedregoso que nos obliga extremar las precauciones y poner todos los sentidos en los escasos metros que tenemos delante de la rueda. Avanzamos entre pinos y sombras alargadas. Al alcanzar zonas más llanas nos desviamos del GR 10.1.
De pronto aparece un mastín que más parece un caballo. parece enfadado y con pocas ganas de hacer amistades. Nos detenemos en seco. Dudamos si seguir, pero el mastín se cansa de nosotros antes de que hayamos tomado una decisión y se pierde entre los arbustos. Continuamos nuestro camino y, a los pocos metros, tres perros vienen hacia nosotros formando un ruido espantoso. Nos detenemos de nuevo. El pastor está por allí y nos asegura la inocencia de los canes. Pasamos con precaución y, efectivamente, mucho ruido pero nada más. Se acercan, nos huelen, y se van a la búsqueda de algo más interesante.
Tras el pequeño percance, iniciamos el descenso hacia las zonas de cultivo que se organizan en el Barrnaco de Codes, muy cerca de la localidad de Griegos.
Griegos se esconde, nos esquiva tras un pequeño promontorio conocido como La cabeza. Un último ascenso, de nuevo siguiendo las señales del GR 10.1, nos lleva hasta esta tranquila localidad situada a 1600 metros de altitud y a los pies de la Muela de San Juan. Es considerado uno de los pueblos más fríos de toda España, ahí es nada. Esperando encontrar un poco de ese frío que le caracteriza, damos por finalizada la jornada.
Día 2. Griegos-Orea (48 km-850 m)
Nos recibe un día luminoso. Uns ligera brisa refresca las primeras horas del día. Iniciamos el recorrido siguiendo el mismo camino que nos trajo hasta Griegos: el GR 10.1. El GR discurre por una amplia pista que atraviesa la Dehesa del Boyal con sus amplias laderas aterciopeladas. Hay numerosos desvíos a fuentes que ignoramos. Las flores perduran en este julio primaveral y nosotros disfrutamos durante unos kilómetros sin apenas desnivel.
La pista nos deja en la población de Guadalaviar. Aquí encontramos el museo de la transhumancia, aún está cerrado pero queda pendiente para una próxima visita más relajada y turística. Esta actividad ha marcado el devenir de las gentes de la Sierra de Albarracín con sus movimientos estacionales en busca de pasto fresco para el ganado.
A orillas del río Guadalaviar da comienzo la primera subida del día. Seguiremos el asfalto de la carretera TE-V-9032. Aunque por carretera, o quizá por eso, esta subida se hace especialmente dura, con fuertes rampas a la mitad de la subida. Apretamos los dientes y subimos hasta El Puerto del Portillo (1774 m). Desde aquí tenemos unas excelentes vistas. hacia el norte, el valle del Guadalaviar que dejamos atrás. hacia el sur, la amplia llanura por la que discurre las jóvenes aguas del río Tajo (que nace a pocos kilómetros de aquí y por donde pasamos en nuestra ruta Montes Universales. Sierra de Zafrilla).
El valle abierto por las mansas aguas del río Tajo parece atraparnos con fuerza. Iniciamos una vertiginosa bajada por asfalto que nos lleva hasta el curso del río Tajo. Vemos indicaciones del Camino Natural del Tajo que obviamos (siguen un sendero poco apto para las bicis) y decidimos seguir por una pista ancha que, en algún momento no muy lejano, estuvo asfaltada.
Un coro de cantarinas ranas nos reciben y la sombra del pinar nos protegen del calor. Apenas tenemos que esforzarnos para avanzar por esta amable pista que haría las delicias de cualquier cicloturista. Acompañamos las aguas del río Tajo hasta atravesarlas y unirnos de nuevo al Camino Natural del Tajo que ahora sigue la amplia pista.
Las amplias praderas se estrechan y las montañas encajonan el curso del río. La llegada a un cruce de pistas indica nuestro regreso a la provincia de Guadalajara y la entrada en el área del Parque Natural del Alto Tajo. Las montañas, las flores y los pájaros no entienden de fronteras y siguen con nosotros a pesar del límite provincial.
Iniciamos una subida suave pero continua. Ganamos metros deslumbrados por la blancura de estas pistas blancas. Alcanzamos pequeños collados que descendemos durante unos breves metros después, para volver a recuperar los pocos metros perdidos a continuación. La soledad es absoluta, la naturaleza desbordante. Ignoramos algunas pistas, giramos en otras, hay infinitas posibilidades. Alguna de las pistas que dejamos nos permitirían llegar hasta Peralejo de las Truchas y unir con otras rutas antes realizadas.
En esta ocasión elegimos las pistas que van girando hacia el noreste. Subimos pacientes, olemos los colores que nos rodean. Alcanzamos un collado a unos 1570 metros. A nuestros pies se extiende el amplio valle donde se intuyen las pocas casas de la Chaparrilla (o despoblado de Villanueva de las Tres Fuentes).
Descendemos veloces y penetramos en este valle de ensueño situado a 1500 metros de altitud. El pueblo de Villanueva de las Tres Fuentes quedó abandonado en los años sesenta cuando sus últimos dos habitantes buscaron tierras más amables y menos frías. En las inmediaciones localizamos una fuente, de la que cogemos un agua cristalina y fría. En el interior del pueblo encontramos otra fuente en peor estado de conservación. De la tercera fuente no vemos rastro ninguno. Hoy lo poco que queda forma parte de una finca privada.
El pueblo se encuentra encerrado entre montañas. Miramos a nuestro alrededor y se impone la evidencia: habrá que subir de nuevo para salir de aquí. Así que nos ponemos a pedalear con un sol de justicia. De vez en cuando una mirada hacia atrás nos muestra una perspectiva área del impresionante valle que dejamos a nuestros pies.
Sobre nuestras cabezas otro tipo de movimientos empiezan a acumular nubes regordotas que empiezan a oler a tormenta. Tras alcanzar el Collado de al Cañada (1602 m) iniciamos un nuevo descenso hacia el cauce del río de la Hoz Seca. El descenso es rápido y, en apenas unos minutos, perdemos toda la altura que hemos ganado con tanto esfuerzo. Desde al cauce del río de la Hoz Seca iniciamos una nueva subida, un nuevo esfuerzo. Los primeros metros por pista. A los pocos metros nos unimos al asfalto. Quedan pocos kilómetros y una última curiosidad por ver.
Antes de iniciar el descenso hacia Orea, nos topamos con un cartel de la Georuta 9. Se sitúa justo en un punto donde se percibe un cambio en la superficie y nos sorprende la siguiente pregunta: ¿hubo volcanes en el Alto tajo? Pues parece que sí los hubo, concretamente hace 270 millones de años y las rocas que tenemos ante nosotros son la prueba. Son el resultado del enfriamiento del magma que escapó a través de las grietas que se formaron durante la orogenia Varisca. Y es sobre este sustrato donde han encontrado su hogar una especie de flora, un endemismo de la zona, que aparecen exclusivamente en las rocas volcánicas que tenemos ante nosotros: Astragalus granatensis.
En plena bajada y con una cerveza en la mano, damos por concluida esta ruta que ha reunido todo lo que nos gusta: caminos solitarios, naturaleza explosiva, curiosidades e incluso un pueblo abandonado. ¿Quién puede pedir más?
Recorrido
Información práctica
- Podéis encontrar el track de la ruta en el siguiente enlace: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/montes-universales-sierra-de-tremedal-26564229
- Apenas hemso localizado infomración adicional del despoblado de Villanueva de las Tres Fuentes, pero os dejamos la página donde hemos localizado más información: https://www.purasierra.com/2015/03/casas-de-frias-villanueva-de-las-tres.html.
- Para dormir hay numerosos albergues por la zona. Nosotros optamos por dormir en el Albergue de Griegos (comimos muy bien y los chicos que lo llevan son muy simpáticos y amables)