Datos del libro
- Autor: Ander Izaguirre
- Editorial: geoPlaneta
- Páginas: 288
Sinopsis
La sinopsis de este libro casi nos la da el título: catorce crónicas correspondientes a las catorce jornadas que dedicó el autor a atravesar la cordillera de los Pirineos siguiendo sus sinuosas carreteras. En cada una de las crónicas reúne la descripción de la jornada (sensaciones, paisajes, etc.) con las anécdotas que acompañan a los lugares que va recorriendo.
Son estas anécdotas las que le tiñen de matices el recorrido y dimensiones el recorrido. Porque deja de ser lineal para adquirir matices, dobleces, volumen. Catorce son los tramos que describe el autor y que acompaña con Historia, mucha Historia:
- San Sebastián – Eugi: por la carretera de los esclavos. Construidas entre 1939 y 1945 usando la mano de obra esclava que proporcionaban los presos republicanos. Arterias de asfalto y sudor que unen numerosos fuertes de épocas más lejanas y que se pretendieron utilizar como escudo defensiva contra posibles intentos de entrada en España por parte de los republicanos.
- Eugi – Donibane Garazi: en este tramo serán las historias de los eternos enfrentamientos fronterizos los que nos acompañen. Roldan y los peregrinos que inician el Camino de Santiago serán los protagonistas.
- Donibane Garazi – Isaba: cuestas, esfuerzo y la leyenda Basajaun. Las tierras siempre húmedas de Isaba y las maravillas escondidas.
- Isaba – Laruns: la Piedra de San Martín y los pasos fronterizos. Acuerdos ancestrales de uso que permanecen en la memoria y que son Historia algo olvidada. Las primeras grandes montañas pirenaicas y sus valles.
- Laruns – Argelès-Gazost: los primeros pasos del Tour de Francia a través del Aubisque y el sufrimiento de esos primeros valientes. Los más aristocráticos recorridos de Eugenia de Montijo (el inicio de los balnearios hoy algo destartalados).
- Argelès-Gazost – Luz-Saint-Sauveur: historia de caminos que surgen y sus tragedias. Muchos son los que se quedaron atravesando estas duras alturas.
- Luz-Saint-Sauveur – Bagnères-de-Luchon: el sufrimiento del Tour de Francia. Este capítulo me ha enamorado, las historias del Tour y su nacimiento me ha hecho ver con otros ojos esta prueba y a los valientes que la iniciaron con los medios tan reducidos de los que disponían. Anécdotas bañadas en aventura. ¡¡Cómo he sufrido el Tourmalet y en el Aspin!!
- Bagnères-de-Luchon – Esterri d’Àneu: capítulo de otra grandes odiseas. La de los últimos osos del Pirineo; y la historia del túnel de Vielha, otro intento de frenar los intentos de entrada de los republicanos durante los primeros años de la dictadura.
- Esterri d’Àneu – La Seu dÙrgell: historias de la Cataluña medieval, castillos, ermitas e iglesias cargadas de Historia, también de expolios. y, como no podía ser de otra manera, las luchas por el control de los territorios.
- La Seu dÙrgell – Porté-Puymorens: un capítulo muy interesante. A las pedaladas atravesando Andorra (yo, dado el tráfico que hay, quizá nunca hubiera ido por esas carreteras) le acompaña la historia de la formación de ese diminuto país enclavado entre montañas.
- Porté-Puymoren – Vilafranca de Conflent: capítulo muy especial porque pasa por muchos sitios que visitamos cuando ns acercamos a este rincón a realizar la Vuelta al Carlit. En esta ocasión los enfrentamientos por mover la línea de la frontera casi se convierten en cómicos. Una jornada por la Cerdaña y sus gentes.
- Vilafranca de Conflent – Céret: protagonismo de esa maravillosa montaña llamada Canigó (que durante mucho tiempo se pensó era la más alta de los Pirineos) y del poema del mismo nombre escrito por Verdaguer allá por finales del siglo XIX.
- Céret – Cabo de Creus: la tristeza del final se entremezcla con el arte en este capítulo donde los pintores que se inspiraron en estos pliegues toman el protagonismo. Entre ellos, como no, Dalí que encontró en Cadaqués una fuente de inspiración.
- Cabo de Creus – Sant Pere de Rodes: el epílogo, un «se termina» y «no quiero», eso fue lo que sentí cuando llegué a este último tramo de la Pirenaica.
Se podrían contar muchas cosas de cada uno de los tramos que hemos resumido. Para descubrir todo lo que encierran estas páginas os invito a leerlo, porque será un viaje inolvidable.
Por qué nos ha inspirado
Han sido muchas las cosas que nos han gustado de este libro Pirenaica, así que intentaremos ser organizados en su exposición.
En primer lugar, y aunque no tenga relación directamente con la lectura aunque no por ello deja de ser importante, me ha enamorado su encuadernación. Una preciosidad. Cuidada, con pequeños dibujos, pequeños mapas perfilados al inicio de cada crónica. He sufrido con cada marca que le he hecho al libro al meterlo en la mochila.
Un segundo aspecto es lo bien escrito que está. Un muy buen uso de lenguaje literario que convierten lo que podrían ser simples crónicas de viaje en una delicia(ejemplo: «…las vías se extendían entonces como una promesa.». Pero no es la única). Dosis equilibradas de crónica, anécdotas autobiográficas y curiosidades históricas (y no tan históricas), todo en su medida justa y perfectamente hilvanado.
El tercer aspecto, que ya se ha comentado pero me gustaría destacar, son las pequeñas reseñas históricas o de leyendas que se incluyen a lo largo del texto. ¿Por qué? porque conocer este tipo de cosas son las que dan una dimensión más amplia a los viajes. No es lo mismo subir por una carretera que estar siguiendo los pasos de Roldán. Eso es lo que hace que una salida de varios días se convierta en un viaje con mayúsculas. Y es que el peso de esas historias son las que hacen que las gafas con las que miramos a nuestro alrededor sea diferente. Ya no ves solo paisajes, sino batallas épicas. Ya no ves solo un camino, sino un periplo de cientos de miles de personas durante siglos. Ya no ves solo una cuesta, sino el sufrimiento de personas (en algunos casos con nombres y apellidos) que te precedieron y hoy viajan contigo. Todo eso hace que el viaje se convierta en algo especial, muy especial.
Me han encantado las historias relacionadas con las leyendas, pero me han gustado (y si me lo hubieran dicho antes de leer este libro no me lo hubiera creído) las historias relacionadas con el Tour de Francia y sus inicios, con esos hombres y mujeres que se embarcaban por esos caminos empinados sin apenas material para luchar contra los elementos. Sin duda una batalla también épica.
En esta ocasión este libro no ha inspirado un viaje (aún) pero sí nos ha ayudado a realizar otro viaje: recordar nuestras propias pedaladas por los Pirineos. En nuestro caso, hemos estado viajando por el Pirineo en dos ocasiones. La primera de ellas haciendo la Transpirenaica en el año 2011. la segunda dimos la Vuelta al Carlit, eso fue el año pasado. Al leer las páginas de este libro he vuelto a sentir el picor en los cuadriceps en las terribles subidas de Navarra. He vuelto a temblar de frío, mojada hasta los huesos, tras las tormentas den Roncesvalles. He vuelto a sentir el corazón saciado de felicidad al inicio de la ruta y ese amago de tristeza de no querer parar al alcanzar el objetivo final. Todas esas cosas, y más, las he revivido entre estas líneas y estas páginas.
Este libro ha revivido muchas vivencias y sí nos ha invitado a volver de nuevo la mirada hacia loa Pirineos para platear nuevas rutas. Ahora queremos conocer todos esos sitios que Ander nos describe, queremos recorrerlos ahora que conocemos su historia, porque hará que el viaje sea más especial si cabe.