Datos de la ruta
- Zona: Montes Torozos; Ribera del Pisuerga
- Duración: 2 días
- Tipo de recorrido: circular
- Tipo de firme: sendero que, en su gran mayoría, discurre por buenas pistas muy ciclables. Tramos no ciclable en la zona de los cortado de San Martín de Valvení.
Descripción
El sendero GR 296 atraviesa los doce municipios de la Ruta del Vino de Cigales recorriendo viñedos y acompañando, durante parte del recorrido, al río Pisuerga hacia su encuentro con el río Duero.
Una ruta para conocer la gastronomía, el paisaje y el patrimonio de esta región vinculada de forma tradicional con la cultura del vino. No es casualidad que el recorrido esté jalonado por numerosas bodegas subterráneas que se reparten por las localidades que delimitan este GR 296 Senderos del Clarete.
Día 1. Dueñas-Valladolid (52 km-600 m+)
Nuestra ruta se inicia en la única población de Palencia que forma parte de este GR 296: Dueñas. Las primeras pedaladas nos llevan hacia el Canal de Castilla y las aguas del río Pisuerga que salvamos por sendos puentes de la carretera P-102. No tardamos en desviarnos por caminos y olores a granja.
Atravesamos la carretera P-102 para acercarnos, de nuevo, a la ribera del río Pisuerga. Los caminos son buenos y anchos, siguiendo veredas y caminos cómodos. Atravesamos la vereda de Serraniegos para unirnos a la cuesta Rodrigo. Aquí se pierden las señales del GR 296 y el camino se convierte en un cúmulo de arena y ripio donde se hunde la bici como si fueran arenas movedizas. Nos cuesta avanzar. La situación no cambia al unirnos a la vereda de Valdelimpia en las faldas del páramo de los Infantes. Con bastante esfuerzo, llegamos a Valoria la Buena. Ante nosotros, la primera subida del día: el páramo de las Cuevas.
La subida la realizamos por un camino ancho y con pendiente asequible: estamos en el camino de Piña de Esgueva. Arañamos metros a la ladera de arena blanquecina y seca hasta alcanzar la parte alta del páramo y allí, entre árboles, se esconde la granja Hernani.
El descenso desde el páramo lo realizamos por el vertiginoso camino de Gema a Vitigudino que se cuela por un estrecho barranco de encinas. Los árboles se acaban allí donde el camino se une con el camino de las Bodegas. A partir de este punto los colores arenosos vuelven a dominar el paisaje. Un giro de noventa grados nos llevan directos a la localidad de San Martín de Valvení.
Un corto tramo, donde se combina algo de carretera con el camino de Valcaliente, nos lleva hasta el desvío hacia los cortados de San Martín de Valvení. Una fuerte subida pedregosa e incómoda para la bici nos acerca hasta el mirador de los cortados del Pisuerga. Desde este punto disfrutamos de unas vistas espectaculares sobre los cortados que se alzan sobre las aguas del caudaloso río Pisuerga y sobre las fértiles tierras que lo escoltan.
En el suelo, numerosos cristales de yeso centellean ante el sol cegador que brilla en el cielo límpido que nos acompaña hoy. La pista desciende para convertirse en un sendero estrecho que culebrea en la ladera del páramo de Bárcena. Cuando parece que el sendero ha quedado atrás, las señales del GR 296 se desvían para iniciar una subida de pendiente matadora hacia la Peña (857 m). La cuesta es tan fuerte que me obliga a echar el pie a tierra y me resigno a mi dosis de bicisenderismo.
Al llegar a la parte alta me hago la ilusión del fin del tramo de pateo, pero no. El descenso es igual de inclinado que la subida y más pedregoso, por lo que prefiero hacerlo a pie antes que exponerme a una caída. Ya empalmo con el siguiente tramo, el más pendiente de todos. Una subida de resbaladiza tierra blanca entre pinos. Me cuesta empujar la bici y el firme pedregoso no ayuda a mantener los pies firmes. Tras una pequeña sudada, conseguimos llegar a la parte superior y montarnos, por fin, en nuestras bicis.
El GR 296 prosigue por senderos estrechos. Ahora en el filo de los campos cultivados que jalonan el páramo de Valdescastro. El camino juguetea entre el pinar que se desploma hacia las aguas del río Pisuerga y los cultivos segados y secos.
Un fuerte descenso, ya por buena pista, nos lleva hasta las calles de Cabezón de Pisuerga. Durante tres kilómetros seguimos el asfalto de la carretera VA-113. Las indicaciones se funden con las formas del río Pisuerga y se desvía por la vereda de la Isla para acompañar a uno de los grandes meandros del río. No tardamos en llegar al punto final del GR 296 Senderos del Clarete, situado en Santovenia de Pisuerga.
Pero nuestro recorrido prosigue algunos kilómetros más. Para alcanzar las calles de Valladolid seguimos primero el pequeño caudal del canal del Duero para abandonarlo por el camino de las Arenas. Entramos en Valladolid por el noreste siguiendo el mismo camino de entrada que en nuestro recorrido en el descenso del río Esgueva. Recorremos con calma las calles de la ciudad, donde finalizamos esta primera jornada del GR 296.
Día 2. Valladolid-Dueñas (61 km-730 m)
La salida de Valladolid la realizamos tomando como referencia el Canal de Castilla. Pero no disfrutamos de sus aguas mucho tiempo. Nos unimos al GR 26 Tierra de Campos que asciende por las empinadas calles hacia merendero Subida Fuente El Sol. Las indicaciones del GR 26 nos llevan hacia un paso que nos permite salvar la A-62 y tomar la colada de Valladolid a Valoria del Alcor. El camino es tranquilo, ancho y ciclable. Sin apenas darnos cuenta nos situamos en Fuensaldaña donde tiene su punto de inicio oficial el GR 296 Senderos del Clarete.
Nos acercamos al impresionante castillo que decora el centro de la localidad: el castillo de los Vivero. Construido en la segunda mitad del s. XV es un excelente ejemplo de la denominada escuela de Valladolid. Dejamos la localidad atrás por el camino de la Lobera. Aquí son los viñedos los que marcan el paisaje con sus colores rojizos haciendo honor al nombre de este GR 296.
Un giro abrupto nos lleva a retomar el trazado de la colada de Valladolid a Valoria del Alcor hasta llegar a las calles de Mucientes. En esta localidad nos paseamos por las calles dibujadas por las numerosas bodegas subterráneas. Un auténtico pueblo dentro del pueblo que nos habla de tradiciones y oficios hoy algo abandondos. Aquí se sitúa la bodega-aula de interpretación (Museo del vino).
Dejamos a nuestras espaldas las bodegas por el camino de Ampudia en ascenso hacia las zonas elevadas de los páramos. Al llegar al arroyo de Revenga torcemos evitando las grandes cuestas que nos amenazaban al frente. Seguimos el arroyo hasta llegar a Cigales, donde callejeamos hasta llegar al Barrio de bodegas de San Pedro.
El GR 296 evita la carretera VA-900 siguiendo una pista prácticamente paralela que salva el arroyo de San Pedro, para ascender posteriormente hasta alcanzar el camino de los Gatos. Entramos en Corcos. Avanzamos por sus pulcras calles. Numerosos carteles nos indican algunos lugares de la localidad: el puentecillo romano sobre el arroyo del Prado o el antiguo cementerio.
La placidez se agota pronto. A la salida del pueblo dejamos atrás la cañada leonesa que avanza suave siguiendo el cauce del arroyo del Prado para desviarnos por el camino a Trigueros. Iniciamos un bonita, pero dura, subida hacia la parte alta del páramo. Atravesamos la planicie del páramo para descender hacia el arroyo del Pradillo, uno de los numerosos arroyos en esta época agonizantes que se abren paso entre las tierras de cultivo.
Seguimos aguas arriba del arroyo por el camino del Monte hasta los corrales del Hornillo. Una estrecha carretera nos conduce a Quintanilla de Trigueros (este es el único punto en el que creemos habernos salido del trazado del GR 296. Las indicaciones parecían indicar claramente la carretera pero posteriormente vimos señales que parecían indicar nuestra equivocación. Apenas fueron un par de kilómetros, pero nos duele no ser fieles al trazado).
Seguimos el camino a Trigueros por la vega del arroyo del Pocillo y Fuenteperra. En pocos kilómetros llegamos a Trigueros del Valle. Aquí nos espera un impresionante castillo del siglo XV que actualmente alberga una exposición permanente. La salida la realizamos precisamente junto a los altos muros del castillo por la zona de las bodegas. Ascendemos por un reseco pinar hacia la parte superior del páramo. Entre hileras de viñedos llegamos a las bodegas de Cubillas de Santa Marta.
Desde Cubillas de Santa Marta nos espera una fuerte subida entre pinares hasta alcanzar Las Matillas (802 m). Tras alcanzar este punto, descendemos hacia una pequeña carretera donde nos espera una coqueta construcción de pastores. El asfalto apenas marca nuestros pasos cincuenta metros antes de desviarse de manera brusca hacia el monte de Dueñas (espacio de especial valor natural que forma parte de la Red Natura 2000). El ascenso es suave. En la parte superior preciosos caminos rodeados de encinas serán la recompensa que este GR 296 nos tiene reservada. Entre los encinares se esconden numerosos chozos y corrales hoy en desuso. Entre ellos destaca el chozo de la Cabañona.
Estos chozos dejaron de tener uso en la segunda mitad del siglo XX cuando la actividad pastoril descendió hasta casi su extinción. Las estructuras tienen cierta similitud con algunas construcciones de la prehistoria reciente con su cerramientos de falsa cúpula formadas por hileras sucesivas de piedras sin ningún tipo de argamasa. Sencillamente impresionante.
Tras dedicar un tiempo a deleitarnos con estas construcciones en el monte de Dueñas, solo nos queda descender hasta encontrarnos con las calles de Dueñas y sus numerosas bodegas que ponen punto final a este GR 296 por tierras del vino de Cigales.
Recorrido
Información práctica
- Podéis encontrar el track de la ruta en: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/gr-296-senderos-del-clarete-58671792#lb-embed
- Hay una página web con numerosa información sobre la ruta del vino de Cigales y el propio GR 296 (alojamiento, bodegas, etc.): https://rutadelvinocigales.com/
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