Ruta del Quijote. Campo de Calatrava

Datos de la ruta

  • Zona: Campo de Calatrava, Sierra de Puertollano.
  • Duración: 2 días
  • Tipo de recorrido: circular
  • Tipo de firme: casi en su totalidad pistas de buen firme siguiendo caminos marcados y señalizados. Algún tramo corto de ciclabilidad limitada (o difícil) en el acceso al yacimiento arqueológico de Alarcos, en la subida hacia Valenzuela de Calatrava y en la senda tras coronar el Puerto de Calatrava. Hay un trozo no ciclable que es la subida, tras cruzar el río Guadiana por el puente de las Ovejas, hacia la laguna de Peñarroya.

Descripción

Volvemos a las tierras manchegas que decoraron los paisajes del Quijote. Esta vez nos acercamos a la comarca de Campo de Calatrava, en Ciudad Real.

Campo de Calatrava es una zona geomorfológicamente caracterizada por sus cerros y lagunas de origen volcánico, y un pasado minero hoy casi perdido. Su historia se relaciona con la Orden de Calatrava que tenía su sede en la hermosa localidad de Almagro y su fortaleza en Calatrava la Nueva.

Para nuestras correrías por las tierras de Campo de Calatrava, hemos decidido seguir íntegramente los amables caminos de la Ruta del Quijote. Para ello hemos seguido las siguientes tramos:

  • Tramo 4:
    • Etapa 8: Valenzuela de Calatrava-Villanueva de San Carlos (sin subida a Calatrava la Nueva)
    • Etapa 7: Villanueva de San Carlos-Puertollano
    • Etapa 3: Puertollano-Enlace con etapa 2 (cerca de Los Pozuelos de Calatrava)
    • Etapa 2: desde enlace con etapa 3 (cerca de Los Pozuelos de Calatrava)-Poblete
  • Tramo8:
    • Etapa 1: Poblete-Valenzuela de Calatrava

Día 1. Belvís-Corral de Calatrava (67 km-630 m)

Salimos de Belvís con un calor que no acompaña a la época del año en la que nos encontramos. Parece verano, pero no estamos en pleno mes de octubre. Levantamos una buena polvareda en nuestro camino hacia La Alameda. Poco después de atravesar las silenciosas calles de este pueblo, nos unimos a las escasas aguas del río Ojailén. Aquí, unas vías abandonadas nos acompañan hasta el desvío hacia los cerros que nos rodean.

Ruta del Quijote. Río Ojailén

Río Ojailén

Las vías abandonadas se pierden dirección a Puertollano siguiendo la ribera del río Ojailén. Nosotros nos desviamos hacia las redondeadas alturas que nos abren el camino hacia las laderas de la sierra de Puertollano. Siguiendo las curvas de esta pequeña sierra nos adentramos entre pinos y eucaliptos. Prácticamente en llano, nos situamos al sur de Puertollano. Desde nuestras bicis vemos los enormes depósitos de la petroquímica.

Atravesamos la carretera CR-502 para unirnos a un tímido carril bici que nos permite atravesar el pasado situado al sur de esta ciudad venida a menos: la central térmica con su inactividad; los restos de numerosas minas de carbón alrededor; depósitos residuales. Hoy toda esta actividad minera ha desaparecido y, con ella, gran parte de la población que tenía en Puertollano su lugar de residencia.

Dejamos esta populosa ciudad por la ladera del cerro de Santa Ana. En lo alto el gigantesco monumento al minero. Apenas dejamos de ver las últimas casas de Puertollano cuando nos encontramos con las calles de Argamasilla de Calatrava. Nos adentramos de lleno en las tierras de Campo de Calatrava.

Para salir de Argamasilla de Calatrava, seguimos las vías del AVE para después tomar el camino del Chaparral que discurre entre cultivos y rodeada de los algunos de los pequeños cerros volcánicos que caracterizan al Campo de Calatrava: Cabeza Parda y el cerro de Santa María.

Campo de Calatrava

Campo de Calatrava

Bordeamos por sus calles exteriores la población de Villamayor de Calatrava para buscar las ondulaciones que cierran el horizonte. Nos acercamos a los cerros que conforman la sierra de Perabad. La pista que seguimos nos permite sesear entre los cerros de Galayos y Churruecos. Aquí tenemos una buena subida, algo pedregosa, pero con unas preciosas vistas de estos cerros volcánicos. Ascendemos hasta alcanzar un collado a 770 metros que nos ofrece una buena perspectiva del cerro de El Morrillo.

El Morrillo. Campo de Calatrava

El Morrillo. Campo de Calatrava

Desde este cerro nos espera un ligero descenso y la visión del abandonado castillo de Caracuel (cuyos orígenes se remontan al siglo IX). Ya solo nos queda llanear hasta las calles de Corral de Calatrava para dar por finalizada esta corta etapa.

Día 2. Corral de Calatrava-Belvís (113 km-1100 m)

Tras una noche tranquila, dejamos las calles que tan bien nos han acogido para proseguir nuestro recorrido. Por delante una jornada que promete ser larga. Una pista nos lleva hasta el asfalto de la carretera CR-P-4124 donde también nos encontramos con el cauce del río Guadiana. No aguantan mucho las suavidades del asfalto, en apenas un kilómetro dejamos la carretera para seguir el camino del Martinete. Ahora nuestro camino coincide con el Camino Natural del Guadiana (GR-114).

En el desvío hacia Los Pozuelos de Calatrava, nos unimos a la Cañada Real Soriana. Para salvar las aguas algo perezosas del río Guadiana, tenemos el puente de las Ovejas. Este puente, restaurado en el año 2012 por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, presenta una hermosa figura con sus cuatro arcos sobre las aguas siendo un importante vestigio de la transhumancia en España hacia el valle de Alcudia.

Puente de las Ovejas. Cañada Real Soriana

Puente de las Ovejas

Nos detenemos en este rinconcito que, comparativamente con los paisajes que hemos visto hasta ahora en Campo de Calatrava, muestra una vegetación inusualmente frondosa. Nos dejamos llevar por las indicaciones del Camino Natural del Guadiana (GR-114) y, como era de esperar, no es ese el camino. Volvemos sobre nuestros pasos y dudamos un buen rato del camino a seguir hasta, siguiendo el trazado de la Cañada Real Soriana, asciende por un estrecho sendero que nos obliga a empujar a tramos las bicicletas.

Tras sufrir algunos cientos de metros, nos topamos con la desolada laguna de Peñarroya. Declarada patrimonio natural se sitúa en el cono volcánico mas elevado del Campo de Calatrava (a unos 670 m de altitud). En el collado de Corral de Matute (700 m), dejamos el trazado de la Cañada Real Soriana, para iniciar el ligero descenso hacia las laderas de estos cerros volcánicos por la senda de los Pozuelos.

La ruta ahora gira hacia la laguna de Fuentillejo o de la Posadilla, en las afueras de la localidad de Valverde. Seguimos con nuestras pedaladas bordeando los cerros de Los Puertos y El Santo. Llegamos a las ruinas de un viejo molino, las indicaciones (tanto de la Ruta del Quijote como del Camino Natural del Guadiana) nos saca del asfalto para seguir una senda imposible de hacer montada sobre las burritas. Echamos el pie a tierra y empujamos hasta alcanzar el yacimiento arqueológico de Alarcos (no merece la pena hacer esta subida, recomendamos, si se quiere visitar el yacimiento, seguir por carretera y ascender por la pequeña carretera por donde se realiza el descenso).

Yacimiento arqueológico de Alarcos

Yacimiento arqueológico de Alarcos

En este yacimiento se han localizado vestigios de ocupación que abarca desde la Edad del Bronce, se ha recuperado parte de la ciudad oretana del siglo VI a. C, a la Edad Media. A los pies de la gran fortaleza que corona el cerro, se produjo una de las batallas más decisivas de la Edad Media: la batalla de Alarcos que enfrentó a cristinaos y mmusulmanes en 1195. Perdieron los cristianos, que no volverían a tener el control sobre esta fortaleza hasta el año 1212 tras la victoria cosechada en las Navas de Tolosa.

Con todos estos antecedentes, no cabe duda de que el lugar merece una visita detenida (nosotros ya habíamos visitado con anterioridad este interesante yacimiento). Seguimos un carril bici que discurre por las proximidades de los campos donde se produjo la batalla de Alarcos (hay algunos carteles interpretativos) para llegar a Poblete.

Ahora nuestro camino viene marcado por las suaves ondulaciones de los minúsculos cerros que aquí y allí decoran el Campo de Calatrava. Hemos iniciado el cambio de rumbo, nos dirigimos hacia el sur hasta encontrarnos con las aguas del río Jabalón. Los primeros compases siguiendo las escasas aguas nos llevan por un sendero ondulante. Las escasas aguas forman pequeñas charcas mientras que algunos resaltes rocosos nos obligan a echar el pie a tierra.

Río Jabalón

Río Jabalón

Tenemos la posibilidad de enlazar con la carretera, pero seguimos las indicaciones por el trazado de la Cañada Real Soriana. Nos metemos de lleno entre cañas, cardos y un sendero inexistente. Intentamos localizar un paso claro, pero no lo vemos. Para nuestra sorpresa creemos ver confiadas nutrias en la ribera de este exhausto río Jabalón. Por fin, a la altura de la casa del Valparaíso, enlazamos con una pista en mejores condiciones (recomendamos salirse a la carretera y hacer estos escasos dos kilómetros por asfalto, dado el estado del camino original).

Nos separamos de las aguas del río Jabalón para adentrarnos entre los pequeños cerros por el camino de Malas Noches. Y subimos. A nuestro alrededor los restos volcánicos de este Campo de Calatrava: el cerro de la Fuente, el cerro del Lucero, el cerro de la Paleta, el cerro de Morrón Colorado. A través de un paisaje pelado, llegamos hasta los olivares que preceden a las calles de Valenzuela de Calatrava.

Nos encontramos a esta localidad en fiestas, así que huimos del ruido. No sin antes coger agua de la fuente: ¡¡agua con gas!! (pero la sed es más fuerte). Nos alejamos por el camino de la Dehesa, casi en paralelo al camino por el que hemos llegado. El camino es cómodo hasta que, con un fuerte giro, nos enfrenta a un sendero empedrado que asciende con fuerza entre cerros.

Camino a Granátula de Calatrava

Camino a Granátula de Calatrava

Llevamos muchos kilómetros y las fuerzas empiezan a estar algo diezmadas. Pero después de toda subida hay una buena bajada, y en este caso no es menos cierto. Cómodamente llegamos a Granátula de Calatrava. No nos entretenemos mucho. La tarde avanza y el cielo va tomando tintes anaranjados. Apretamos el paso por el camino del Moro que nos lleva hacia el puente que, por asfalto, nos permita salvar el triste embalse de la Vega del Jabalón.

Al otro lado, nos encontramos con el yacimiento de Oreto-Zuqueca (situado junto a la ermita de Nuestra Señora de Zuqueca). En este yacimiento se han localizado restos que abarcan desde el siglo IV a. C (de la Edad del Hierro) hasta el siglo XII, en época musulmana. Nos llevamos el disgusto de encontrarnos la puerta cerrada y un horario difícil de encajar con la ruta.

Tras el disgusto, retomamos nuestro camino por los cerros de Campo de Calatrava siguiendo la vereda de Castellanos por la que llaneamos hasta alcanzar el asfalto de la CR-P-504 que nos permite coronar el puerto de Calatrava (709 m). Sobre nuestras cabezas la impresionante fortaleza del Castillo Convento de Calatrava la Nueva (siglo XIII). Ni nos planteamos subir a visitar esta impresionante atalaya.

Cometemos el error de desviarnos por las indicaciones de la Ruta del Quijote y meternos, de nuevo, en otro tramo de ciclabilidad limitada e incómodo. Por suerte, no tardamos mucho en cruzarnos con una pista que en escasos kilómetros nos lleva hasta el punto de partida: Belvís. Apenas hemos ganado a la oscuridad por unos escasos minutos. Ahora las piernas y los pulmones piden descansar de esta ruta cicloturista por las tierras de Campo de Calatrava.

Recorrido

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Información práctica

Bibliografía

  • Ruta de Don Quijote. Editorial El país Aguilar.

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