Datos de la ruta
- Zona: Campo de Argañán y Azaba
- Duración: 2 días
- Tipo de recorrido: circular
- Tipo de firme: ciclable al 100%. Recorrido por pistas buenas y anchas, algún tramo corto por carretera secundaria (el tramo más largo lo encontramos a partir de Serranillo para superar el río Águeda).
Descripción
Ha empezado la primavera y con ella una época excepcional para los viajes sobre dos ruedas. Este fin de semana nos hemos decidido por el Sendero de Gran Recorrido GR 80. Le habíamos echado el ojo hacía tiempo, pero no hemos tenido la oportunidad hasta ahora.
Día 1. Ciudad Rodrigo-Almeida (59 km-750 m)
Iniciamos el recorrido en la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo. Dejamos la visita de la ciudad para mañana e iniciamos la ruta. Dejamos la ciudad atrás por el conocido como Puente romano, aunque después de infinitas remodelaciones no parece retener nada de su pasado.
Los primeros kilómetros transcurren por pistas anchas y sin apenas desnivel, con algún tramo de asfalto (no de carretera). El GR 80 está perfectamente indicado desde el centro BTT de Ciudad Rodrigo. Otras señales de otros muchos caminos se entremezclan con el nuestro: señales del GR 10, flechas amarillas del Camino de Santiago y otras señales que no conseguimos identificar, pero que llevan nuestra dirección.
El día es frío y el viento, como no, se opone testarudo a nuestra marcha. Iniciamos la primeras subidas. Ascendemos los ondulados perfiles. Las cigüeñas sobrevuelan por encima nuestro y rebuscan en el suelo. Son unos animales magníficos. La primavera se impone con fuerza en las praderas.
La pista discurre por campos de explotación agrícola y ganadera. Sin posible pérdida, ya que las vallas y cercados nos limitan la capacidad de movimiento. Son pistas muy anchas y de buen firme, no presentan ningún problema para las bicicletas.
A medida que avanzamos el paisaje se vuelve más accidentado. Los valles se suceden. Cada bajada implica una inmediata subida. El llano apenas existe.
Superamos el cauce del río de Azaba (afluente del su hermano mayor el río Águeda) gracias al Puente de Marialba construido en el s XVII, antes de llegar a la localidad de Gallegos de Argañán.
No nos detenemos. Las extensas praderas para el ganado ceden terreno a las extensas dehesas de encinas. Entre las sombras se vislumbran a los oscuros inquilinos. Nos encontramos en la comarca de Argañán. Con la cercanía de la frontera portuguesa, las encinas comparten territorio con las grisáceas moles de granito.
Tras varios kilómetros sin pasar por ninguna población y con la soledad de los encinares como única compañía, llegamos a Fuentes de Oñoro. Cruzamos la población sin apenas ver ni oír a nadie. En esta localidad encontramos la Iglesia de Nuestra Señora de Asunción (s XIII) que, según se indica en la información, conserva unos magníficos frescos del s XVI. Nos la encontramos cerrada, por lo que continuamos nuestro camino.
Seguimos caminos para bordear la Colonia de la Estación y la práctica totalidad de Vilar Formoso. No somos consciente de en qué momento hemos cruzado la frontera, pero estamos en Portugal.
Los caminos se vuelven más estrechos y los fresnos cobran protagonismo, los caminos se convierten en sendas.
Se han instalado puentes para permitir el paso de los pequeños arroyos que nos encontramos en el camino, ahora bien alimentados y moteados de blanco. El primero de ellos el río Touroes (o río Turones) que, más al norte, marca la frontera entre los dos países peninsulares.
Abandonamos nuestro avance hacia el oeste para dirigirnos hacia el noroeste. Nuestra diagonal atraviesa las hermosas tierras portuguesas de la zona central del río Coa. La tupida vegetación y los fresnos forman fotogénicos túneles. Las hojas caídas el pasado otoño desprenden un aroma dulzón a nuestro paso.
Las marcas blancas y rojas están estratégicamente situadas para que no haya pérdida posible. Seguimos jugando con los suaves relieves. Cuando ganamos algo de altitud los paisajes se despejan, cuando nos hundimos en los valles es la vegetación la que nos cierra el horizonte.
Gran parte del GR 80 transcurre entre antiguos muros, pasadas demarcaciones de propiedades que hoy se derrumban.
Sao Pedro de Rio Seco es la última población antes de alcanzar nuestro destino. Los últimos kilómetros nos descubren lugares solitarios. También nos encontramos con los nefastos estragos de los incendios que tan a menudo asedian a la naturaleza portuguesa en las épocas estivales. Pero lo más soprendente es cómo la vida se abre camino tras el desastre, es admirable como camufla las heridas.
Desde Vilar Formoso hasta Almeida, numerosos túneles de fresnos y robles nos cobijan del tímido sol primaveral y nos regalan algunas imágenes inolvidables de este recorrido.
La llegada a Almeida, situada en lo alto de una pequeña colina, no puede ser más espectacular. Realizamos nuestra entrada atravesando los espectaculares fosos que nos dan una idea del interior de esta localidad amurallada.
Según he leído, en este lugar existió, en época prerromana, un castro: el castro de Cattacobriga, asentamiento vettón. Lo que vemos en la actualidad es una impresionante construcción en forma de estrella de doce puntas del siglo XVIII.
Este fuerte fue pensado, diseñado y construido para hacer frente a los ataques de los españoles, consta de seis baluartes y seis revellines. Además está rodeada de un espectacular foso de 12 m de ancho.
En Almeida nos encontramos, en el mismo alojamiento, a otros dos cicloturistas que están haciendo la misma ruta: Pilar y Alfonso. Intercambiamos algunas impresiones antes de buscar algún sitio donde cenar.
Día 2. Almeida-Ciudad Rodrigo (60 km-850 m)
Despertamos en un día luminoso y con un excelente desayuno. El viento parece que hoy nos dará una tregua, aunque el ambiente es frío. Antes de salir el dueño de nuestro alojamiento nos hace unas fotos a los cuatro con nuestras bicis y listos para partir.
Salimos de Almeida por la Puerta de San Francisco y nos reencontramos con las señales del GR 80. Iniciamos un ligero ascenso en dirección este, casi en perpendicular a la frontera. Llegamos a la localidad de Vale de Coelha, apenas nos hemos dado cuenta. Salimos del pueblo y nos encontramos con el cauce del río Touroes (o Turones) que aquí delimita la frontera entre España y Portugal. Un artesanal puente construido con grandes lajas de granito nos permite superar el caudal sin necesidad de mojarnos los pies. Nos encontramos con Pilar y Alfonso, les vamos pisando los talones.
Acompañamos durante algunos cientos de metros a este pequeño río sus ornamentadas aguas. Nos desviamos para aproximarnos a la primera localidad hispana de la jornada: Aldea del Obispo.Nos adentramos en la comarca de Campo de Argañán. Atravesamos el pueblo e iniciamos una corta subida hasta el Real Fuerte de la Concepción.
Este fuerte tiene forma estrellada Su construcción se inició en 1663 como contrafuerte a las fortificaciones de Castelo Rodrigo y Almeida, pero un año después fue destruido. Todos estos acontecimientos se enmarcan en el contexto de la declaración de independencia de Portugal frente al dominio español, independencia reconocida en 1668.
A mediados del s XVIII se acometen de nuevo las obras para dejar el particular diseño estrellado que muestra hoy en día. Tuvo un papel importante en el asalto que las tropas españolas llevaron a cabo sobre Almeida en 1762. En 1810 se realizó una voladura selectiva del fuerte para evitar que los franceses lo utilizaran para asaltar la población lusa. Tras muchos avatares, y varios años de abandono, en la actualidad se ha rehabilitado como Posada Real.
Deshacemos nuestro pasos y volvemos a Aldea del Obispo. Retomamos las señales de GR 80. Saludamos un hombre que nos dice que a dónde vamos por ahí que no hay salida, por más que le explicamos que estamos siguiendo las señales del GR 80 no hay forma de covencerle (no sé si tenía algún problema en que pasásemos por esa pista).
Continuamos nuestro camino sin ningún problema. A nuestra derecha vemos los poco que queda de una torre defensiva encerrada trás una cerca que no vemos la forma de atravesar. Atravesamos la carretera y nos enfrentamos a una dura subida algo pedregosa entre encinas. Ya no sentimos frío.
Tras la dura subida nos deleitamos con un agradable llaneo hasta Villar de Ciervo, donde hacemos la primera parada del día para meter algo en el estómago. Nos cruzamos de nuevo con Pilar y Alfonso, no sé por dónde han salido pero nos alcanzan por detrás.
Atravesamos la localidad y nos reincorporamos a los caminos rurales en la Ermita del Humilladero. Ahora rodamos por pistas muy anchas y terrenos ganaderos, hasta la localidad de Villar de la Yegua. Aquí nos despedimos de los dos cicloturistas con los que no hemos ido encontrando.
El recorrido del GR 80 está bien trazado para las dos ruedas, siempre evitando las carreteras, en la medida de lo posible. Con el fin de evitar la carretera SA-V-88, a la salida de Villar de la Yegua, seguimos pistas algo herbosas hasta enlazar con pistas de mejor firme. Dejamos atrás los bosques, las cercas y las vacas delimitan ahora nuestro recorrido.
En Serranillo nos unimos al trazado de la carretera. Una rápida bajada nos lleva hasta el centro de interpretación del Yacimiento Arqueológico de Siega Verde, a orillas del río Águeda. Se trata de un espectacular yacimiento en el que se encuentran más de 600 grabados, al aire libre, y que han sido datados en el Paleolítico Superior (por similitud con representaciones de esta cronología en la Cornisa Cantábrica). Las imágenes se han grabado a través de piqueteado o incisión y, en su gran mayoría, son representaciones de cérvidos, bóvidos y caballos.
Nos encontramos con el yacimiento cerrado. En la oficina nos dicen que hay que reservar y que solo se pueden realizar visitas guiadas. Hoy ya no hay más. Nos quedamos con las ganas de ver el yacimiento, pero no hay nada que hacer. Atravesamos el río Águeda y proseguimos la marcha.
Una dura subida nos lleva hasta Castillejo de Martín Viejo. De nuevo los caminos juegan con el trazado de la carretera, la evitamos en todo momento para cruzarla en algunos puntos. Tras pasar Saelices el Chico, bordeamos unas instalaciones. Nos entretenemos algunos minutos con conjeturas diversas de qué podrán ser, cobra fuerza la posibilidad de que sean minas de mercurio (una vez en casa comprobamos que efectivamente eran minas de mercurio).
Ahora sí nos separamos decididamente de la carretera. De nuevo son las dehesas las que nos envuelven, la pista queda tapizada de una capa mullida. Atravesamos algunos pasos canadienses. En un momento dado nos encontramos ante un depósito, el camino se interrumpe, hemos perdido las señales. Iniciamos una parte del trazado algo confusa (da la impresión de que han eliminado las indicaciones). Volvemos hacia atrás y retomamos las marcas del GR 80, ahora más dispersas y, en algunos casos, arrancadas. Resulta raro porque hasta aquí el GR 80 está tan bien marcado que se podría hacer sin ninguna ayuda adicional.
Con un poco de atención en los cruces, atravesamos algunas fincas de ganado. Salimos a pistas más anchas y los encinares se despejan. Ya podemos ver el sistema defensivo de Ciudad Rodrigo. Llaneamos un poco a orillas del río Águeda, al que acompañamos por lo que parece un antiguo trazado de tren, una estrecha senda compartida con peatones.
Ciudad Rodrigo nos recibe con el espectacular Castillo de Enrique II. Atravesamos su muralla y nos adentramos en sus calles estrechas y empinadas.
Escenario de diversas guerras, tuvo un papel destacado en el siglo XVIII en el proceso de independencia de Portugal y durante la Guerra de Independencia. Paseamos por sus calles y disfrutamos de un pequeño descanso en la plaza antes de dar por concluida esta disfrutona ruta.
Recorrido
Información práctica
- El GR 80 tiene una página web con mucha información del recorrido: http://www.gr80.net/index.asp?idioma=1
- Si estáis interesados en visitar el Yacimiento arqueológico de Siega Verde hay que llamar para reservar ya que las visitas son pocas y solo se puede entrar en visita guiada.
- En Almeida hay varios alojamientos,nos alojamos en el hostal O Revelim. No suelo indicar donde nos hemos alojado, pero voy a hacer una excepción por el trato tan magnífico que nos dieron sus propietarios, el desayuno espectacular que nos pusieron y la simpatía en general. Una experiencia maravillosa.
Muy buena la crónica, impecable….Me ha encantado leerla!!!
Me ha hecho mucha gracia esto: «Nos cruzamos de nuevo con Pilar y Alfonso, no sé por dónde han salido pero nos alcanzan por detrás» jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa…….es que Alf es un GPS andante y no se como se las arregla pero no pierde nunca el norte.
Si os soy sincera, yo no soy mucho de pistas y caminejos (adoro rodar x asfalto) pero he de reconocer q esta ruta fue mas q bonita, me encanto atravesar esos bosques de encinas y quitarme las zapatillas para atravesar ese mini riachuelo….el paisaje es espectacular, la naturaleza en explosión y yo no podía dejar de gritar a los cuatro vientos lo feliz q me sentía rodando por esos caminos tan bonitos….. esa maravillosa sensación de libertad…..
Una ruta recomendable 100%.
Y lo mejor de todo, la gente tan maravillosa q te encuentras: VOSOTROS DOS, que me sacasteis de un apuro gordo……y desde aquí os vuelvo a dar mil millones de gracias amigos!!!!!
Espero poder volver a coincidir con vosotros de nuevo…..
Bss y enhorabuena por vuestra blog…!!!
pi.-
Que delicia de crónica, me ha encantado !!!!
Me ha hecho mucha gracia esto: “Nos cruzamos de nuevo con Pilar y Alfonso, no sé por dónde han salido pero nos alcanzan por detrás” Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa……es que Alfonso es un GPS andante, y nunca pierde el norte…..jajajajajajajajjaaaaa
Tengo que decir que es una ruta preciosa, de esas que se te quedan grabadas en la memoria por muchas razones y motivos…….y uno de ellos es el maravilloso paisaje que te rodea al atravesar bosques de encinas, cruzar ríos con aguas cristalinas y llenito de flores pequeñitas blancas, cruzar senderos en medio de una naturaleza exultante en plena explosión…..pararte a mitad de camino para escuchar al cuco, hacer un foto a ese rincón, cerrar los ojos y embriagarte de los mil olores…..gritar a los cuatro vientos q no puedes ser más feliz con esa maravillosa sensación que te da tu bicicleta……
He de reconocer que yo no soy de pistas y caminejos (adoro rodar por el asfalto) pero esta ruta HA SIDO PRECIOSA y la volvería a repetir de nuevo.
Y lo mejor de todo LA MARAVILLOSA GENTE QUE CONOCES…..vosotros dos NURIA e IVAN……mil gracias por echarme una mano a mi y a Polvorilla…….os debo una muy gorda 😉
Espero de veras volver a encontraros de nuevo rodando…
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Bss y enhorabuena por este maravilloso blog que habéis creado para los amantes del cicloturismo.
Buen pedal..!!!
Muchas gracias PI 🙂
A mi también me encantó la ruta, por todo…los caminos, la gente, Almeida…y encima nos encontramos con otros dos pirados de la bici, eso fue lo mejor.
Gracias por compartir experiencia y comentar. Seguro que nos encontramos por ahí. Buenas pedaladas!!!!
Magnífico resumen de una ruta preciosa. Fue un placer conoceros…….jaajaaaaaa….si tienes razón somos unos Piraos de la bici……pero la gente no se puede hacer una idea lo que se puede disfrutar haciendo cicloturismo… Un abrazo Iban y un beso muyyy fuerte Nuria……esperamos coincidir más veces con vosotros….
Totalmente de acuerdo contigo, el cicloturismo hay que probarlo para saber lo que se puede llegar a disfrutar…a ver si conseguimos más pirados de la bici :-). A nosotros también nos encantó coincidir y conoceros, a ver si nos vemos en alguna otra rutita alforjera. Estamos en contacto.
Perdón.. …Ivan….se me coló la b.