Datos de la ruta
- Zona: El Camp-Conca de Barberá-Urgell
- Duración: 2 días
- Tipo de recorrido: lineal
- Tipo de firme: sendas y pistas. Fuertes desniveles, baja ciclabilidad en algunos tramos.
Descripción
La ruta del Císter transcurre por una zona poco conocida, pero con interesantes rincones, que nos permiten conjugar la actividad ciclista con la visita a algunos de los monasterios cistercienses más importantes de la península.
Durante la ruta pasaremos por tres monasterios cistercienses. Durante la ruta únicamente vimos el Monasterio de Poblet. Los otros dos decidimos dedicar un tercer día para verlos, merece la pena porque así se le puede dedicar todo el tiempo que uno quiera o necesite.
Se trata de una zona con no mucha altura y bastante caluroso, por lo que los mejores momentos para recorrerla son la primavera y el otoño. Seguramente que el invierno no sea una mala opción, si no hace muy mal tiempo.
Día 1. Rocafort de Queralt-Monasterio del Poblet
Es una ruta circular lo que nos permite iniciar el recorrido en el punto que más nos pueda interesar. Nosotros iniciamos el recorrido en el pueblo de Rocafort de Queralt. Nuestros primer gran objetivo será el Monasterio de Vallbona de les Monges.
Para que no nos hagamos la falsa idea de que este va a ser un fin de semana fácil, empezamos las pedaladas con una buena subida. Seguimos una pista buena con fuerte pendiente, que nos lleva hasta unos molinos de viento de la zona alta. Son una buena referencia para orientarnos.
Durante todo el recorrido vamos a encontrar tramos en los que abandonaremos las buenas pistas, para pasar a recorrer estrechos senderos. En estos tramos el avance sea algo más lento, pero también le ponen un punto de aventura, y son los tramos más bonitos, desde el punto de vista paisajístico.
Antes de llegar al monasterio pasamos por los pueblos de Forés, Belltall y Rocalladura. Todos ellos se caracterizan por sus calles estrechas y hermosas casas hechas en piedra. Recorrerlos es una delicia.
Los últimos kilómetros antes de llegar al monasterio los realizamos por agradables pistas. Un característico bosque mediterráneo nos rodea formando pequeñas islas de vegetación y árboles en una tierra de viñedos, las sombras aquí están cotizadas.
En Vallbona de les Montges encontramos con el primer monasterio cisterciense del recorrido. Es un macizo edificio fundado en el siglo XII. Tras sus sobrias paredes se esconde un claustro que mezcla de forma armoniosa diversos estilos, ofreciendo una imagen peculiar. Una de las curiosidades que encierra este monasterio es que en su Iglesia descansa el cuerpo de la reina Violant de Hungría, esposa del rey de Aragón Jaime I el conquistador. A diferencia de los otros dos monasterios del recorrido se trata de un monasterio femenino.
Como he comentado, nosotros no lo visitamos, decidimos hacerlo con mayor tranquilidad dos días después. Esto nos permitió pedalear con más calma, sin prisas, sin estar pendientes de los horarios y disfrutando del entorno.
Proseguimos nuestra ruta, el camino se pone difícil. No tendremos más remedio que echar el pie a tierra y empujar un poco a nuestras burritas. Hay que tomárselo con calma, porque son unos cuantos cientos de metros, pero la verdad es que merece la pena. El trazado sigue antiguos caminos empedrados, pero no estaban pensadas para el tráfico rodado. Lo de hacer «bicisenderismo» en nuestras rutas, casi que se está convirtiendo en un clásico.
El camino está muy bien marcado con postes indicativos. Algunos tramos coinciden con el Cami de Sant Jaume (Camino de Santiago que viene desde Tarragona y pasa por estos monasterios) y se entrecruzan los trazados.
Después de una suave y larga subida, llegaremos al Santuario del Tallat, un bonito edificio del s. XI. Cuando llegamos nos lo encontramos abierto y entramos a hacer una visita, aunque es privado. Desde este lugar se tiene unas amplias vistas del entorno. Es un buen sitio para descansar las piernas.
Desde aquí el camino es muy cómodo. Primero con la bajada desde el santuario por asfalto. Después discurriremos por pistas muy buenas que nos permitirán llevar buen ritmo hasta llegar al pueblo de L’Espluga de Francolí, donde llegamos atravesando amplias zonas de viñedos.
En L’Espluga se puede visitar el edificio modernista donde se sitúan las bodegas y probar el vino que se elabora en esta zona. Nosotros no llegamos a tiempo, así que la visita se ha quedado para otra ocasión.
Dejamos el pueblo para adentrarnos en las montañas de Prades. Estas montañas esconden muchas posibilidades para el senderismo, escalada y, como no, para la bici. Este tramo es especialmente agradable. Todo ayuda: el entorno y los pocos kilómetros que nos quedaban para alcanzar nuestro destino: el Monasterio de Poblet. Este monasterio fue fundado en el siglo XII. En su interior podremos visitar un impresionante claustro y los sepulcros reales, ya que este monasterio, junto al Monasterio de Santes Creus, contienen los panteones reales de la Corona de Aragón.
Nosotros dormimos en este precioso lugar. Un poco caro para lo que estamos acostumbrados, pero merece la pena, no tenéis más que ver las vistas desde la ventana de nuestra habitación.
Día 2. Monasterio de Poblet-Rocafort de Queralt
Esta segunda jornada la iniciamos igual que finalizamos la del día anterior: subiendo y con unas preciosas vistas del Monasterio de Poblet.
Durante un buen tramo vamos a seguir inmersos en las montañas de Prades. Es un tramo duro, con continuas subidas y bajadas que pondrán a pruebas nuestras piernas. Lo mejor es disfrutar de lo que nos rodea porque el avance es lento, en algunos casos tenemos la sensación de que iríamos más deprisa andando. De cuesta en cuesta, llegamos al pueblo de Montblanc, donde nos reciben sus impresionantes murallas que delimitan el recinto medieval.
Desde Montblanc tenemos que atravesar una pequeña cuerda que conforma la Serra Voltorera. Para ello abandonaremos las pistas y el asfalto para seguir sendas más estrechas y tortuosas que pondrán a prueba nuestra habilidad a las dos ruedas.
Desde el punto más elevado se dispone de buenas vistas para ambos vertientes de la sierra. Es un buen lugar para descansar después del esfuerzo realizado.
Nos dejaremos caer. Lo mejor es no coger mucha velocidad porque aún nos quedan cosas por ver. En este tramo nos encontraremos con varias barracas de pastores, construidas sin argamasa, que nos remontan a otros tiempos, a una época de pastores que recorrían estas sierras en busca de los mejores pastos, enfrentándose a las inclemencias del tiempo. Uno de los mejor conservados que vimos fue el situado en el Pla de la Capona.
Tras circular varios kilómetros por buenas pistas, el Monasterio de Santes Creus nos da la bienvenida. Este monasterio se encuentra enclavado en un amplio y fértil valle. Tenemos una gran perspectiva desde el camino que traemos.
El monasterio fue construido en el siglo XII y su corazón lo constituye un hermoso claustro de estilo gótico construido en el siglo XIV sobre el más antiguo claustro románico. En el siglo XIII Pedro III el Grande tomó la decisión de ser enterrado aquí y, junto al Monasterio de Poblet, pasó a ser el emplazamiento de los panteones reales. En el interior de la iglesia se pueden admirar las tumbas ricamente ornamentadas de Pedro III el Grande y Jaime II.
Desde el monasterio tendremos que volver a atravesar la Serra Voltorera. El pasado nos sigue saliendo al paso, con estructuras tradicionales en un estado de conservación muy bueno.
Estos últimos kilómetros, hasta llegar de nuevo al punto inicial, los realizamos atravesando zonas de espesos bosques, que nos dejan en la retina imágenes magníficas. Esta zona es puro contraste con las tierras de viñedos que hemos dejado atrás.
Terminamos esta ruta con un muy buen sabor de boca y buenas sensaciones en las piernas. Hemos recorrido una zona poco conocida e ideal para la bici de montaña. Este GR, en líneas generales, nos pareció más apto para hacerlo en bici que andando, a excepción de las zonas de «bicisenderismo», porque tiene bastantes tramos de pistas anchas y algo de asfalto que andando se deben hacer muy pesadas.
Si se tiene tiempo quizá merezca la pena realizar la ruta en tres días, con jornadas cortas y dedicándole tiempo a la visita de los monasterios.Esto también permite tomarse con más calma los tramos más duros. A nosotros el último día se nos hizo de noche antes de llegar al coche.
Una ruta con todos los ingredientes: pistas buenas, senderos estrechos, algo de asfalto y mucha cultura. No se puede pedir más a una ruta cicloturista.
Recorrido
No grabamos el recorrido pues lo bajamos de la página oficial de la Ruta del Císter.
Información práctica
- La ruta del Císter tiene una página web con mucha información, tanto de la ruta como de lugares para dormir, comer o qué ver, el link es: http://www.larutadelcister.info/es
Bibliografía
- Revista Grandes Espacios nº198..