Datos de la ruta
- Zona: llanada alavesa
- Duración: 2 días
- Tipo de recorrido: circular
- Tipo de firme: carreteras secundarias y pistas en buen estado
Descripción
El recorrido circular por la Llanada alavesa nos permite conocer una zona de Álava próxima a Vitoria con poco desnivel, aunque no llana, de algo más de 170 km e ideal para recorrer en un par de días.
La ruta recorre zonas de interés paisajístico y nos acercará a dos de los mayores dólmenes de Álava, lo cual siempre supone una motivación añadida, si es que necesitábamos alguna más.
Día 1. Vitoria-Egino (80.5 km-640 m)
Iniciamos esta nueva salida en la ciudad de Vitoria En un punto en las afueras, nada más iniciar el recorrido, nos encontramos ya en un carril-bici. Esta ciudad en ese aspecto es una auténtica maravilla. Hay innumerables carriles para la bici que permiten salir de la ciudad de forma cómoda y segura.
Seguiremos este carril hasta prácticamente llegar al Embalse de Ullibarri Gamboa, cuyo perímetro vamos a recorrer en los próximos kilómetros casi en su totalidad.
Para conocer este embalse seguiremos una senda que circunvala esta gran masa de agua que nos llevará por un magnífico entorno natural con abundante sombra y apenas desnivel. Vamos, para disfrutar. Lo único a tener en cuenta es cierta precaución con otras bicis y senderistas, principalmente en la curvas, ya que es una zona muy concurrida.
Durante estos kilómetros nos encontramos con una vegetación exuberante. Sin lugar a dudas la primavera es la época más apropiada para la realización de esta ruta, tanto por el clima como por los paisajes que en esta época se muestran más generosos.
En esta primera jornada rodamos por zonas húmedas, donde los rigores del incipiente verano aún no han mancillado los colores primaverales.
Durante el recorrido también gozaremos de buenas vistas de las montañas circundantes. Lo que nos recuerda que aquí incluso en la «llanada» hay ondulaciones. Las cumbres aparecieron cubiertas de nubes ancladas en sus cumbres y no las abandonarían en todo el día.
Siguiendo el recorrido un curioso puente, algo inestable, nos permitirá atravesar el embalse. Este paso nos permite acceder al Parque de Garaio, una zona prepara para pasar un buen día de «playa».
Al otro lado nos esperan, durante unos cuantos kilómetros más, estrechas sendas que bordean el embalse. Una copia exacta de los trazados que hemos dejado en la otra orilla. El recorrido está muy bien preparado, tanto para la bici como para los senderistas, con numerosas pasarelas de madera que permitían el paso por zonas húmedas.
En las proximidades de Mendixur, pueblo por el que no llegamos a pasar, abandonamos de manera definitiva el embalse para dirigirnos hacia el pueblo de Ozaeta. Nos alejamos de la zona más húmeda y esto se deja notar en los caminos menos verdes y algo más polvorientos. El calor ahora es más intenso y en las horas centrales del día se nota.
En esta parte del recorrido pasaremos por las proximidades de un importante número de pequeños pueblos de la Llanada alavesa, pero en muchas ocasiones el recorrido se desvía antes de entrar en estas localidades. Ahora los caminos nos llevan por extensos terrenos de cultivo que presentan un color verde intenso.
En la localidad de Zuazo de San Millán (Zuhatzu Donemillaga) nos encontramos con el Monasterio cisterciense de Santa María de Barria. Se trata de una de las primera fundaciones cistercienses del País Vasco, actualmente ha sido reconvertido el albergue juvenil. Es un buen lugar para hacer una parada aprovechando la densa sombra de la arboleda que lo rodea, ya que las aldeas nos han proporcionado pocas oportunidades de parar.
Desde este punto nuestra ruta se dirige de forma decidida por pistas anchas y cómodas, ahora en ligera bajada, hacia Agurain (Salvatierra), una de los núcleos urbanos mayores de la zona.
Agurain bien merece una visita, aunque sea rápida, ya que su centro histórico tiene bonitos edificios tanto religiosos como civiles, y conserva el trazado medieval amurallado.
Después de recorrer las calles de Agurain retomamos nuestra ruta. El recorrido, ahora en ligero ascenso, va prácticamente paralelo al camino que nos llevó hasta Agurain.
En la localidad de Luzuriaga retomamos la dirección del valle, hasta alcanzar la bonita localidad de Araia, donde hicimos una parada. Durante este recorrido las nubes nos imposibilitaron ver las cumbres que se adivinaban en el horizonte.
Al reiniciar nuestra ruta las nubes fueron tomando volumen y nos sorprendió una pequeña tormenta, que nos dejó un precioso arco iris, aunque la fotografía no le hace justicia, aún así es una colorida imagen.
El recorrido nos lleva a las proximidades de la escuela de escalada de Egino. Pasamos por el parking y tenemos una buena perspectiva de la entrada de su inmensa cueva.
Nosotros decidimos dormir en el pueblo de Egino, donde existe una casa rural, pero la ruta no pasa por allí. Esta decisión nos obligó a desviarnos un par de kilómetros y bajar por una pequeña senda algo empinada que nos llevó directamente al pueblo, a un merecido descanso y a una excelente cena.
Día 2. Egino-Vitoria (92.5 km-770m)
Desde Egino cambiamos la orientación de la ruta. Iniciamos el regreso hacia Vitoria, pero por el otro lado del valle, justo al otro lado de la autopista.
El día se presentaba mucho más despejado que el día anterior, pero también prometía más calor. La falta de nubes nos dejó ver algunas de las montañas que no pudimos contemplar la tarde anterior, moles de roca caliza que delimitan las tierras de la Llanada alavesa.
Durante unos cuantos kilómetros seguiremos paralelos a la autopista, lo que hace de esta parte una de las más feas. Como recompensa tendremos la posibilidad de visitar un dolmen bastante impresionante: el Dolmen de Aitzkomendi (Egiraz). Este dolmen está bastante restaurado pero se trata de uno de uno de los primeros dólmens descubiertos (fue descubierto de manera casual el 1830) y uno de los mejor ejemplos conservados del País Vasco. Es bastante impresionante por sus dimensiones.
Después de esta obligada visita, el camino se desvía de la autopista. Ahora bordeamos amplias zonas de cultivo por carreteras secundarias y caminos rurales asfaltados. Por amables caminos llegamos hasta la localidad de Arrizala.
Aquí tendremos nuestro siguiente desvío obligado para visitar el Dolmen de Sorginetxe. Se trata de un monumento megalítico impresionante tanto por sus dimensiones, como por el entorno que lo rodea, de forma que el conjunto resulta espectacular.
Seguiremos por caminos rurales que nos llevan a pequeñas localidades. Los pueblos son muy pequeños y no encontraremos servicios más allá de alguna fuente. Pero por muy pequeño que sea el pueblo, todos tienen su pequeña iglesia, algunas de ellas edificios con un aroma rural.
De forma cómoda llegamos a enlazar con la Vía Verde del ferrocarril Vasco Navarro , que une Vitoria con Estella en sus 77 km de recorrido. Nos unimos a este trazado en el área recreativa de la estación de Ullíbarri-Jauregi, dirección a Vitoria, coincidiendo en este tramo con el GR-25.
Iniciamos un ligero descenso por el trazado del ferrocarril, atravesando un denso bosque que nos proporciona una agradable sombra y un ambiente fresco después de largas horas de sol. La pista está bien acondicionada y es muy cómoda.
Nos desviaremos de este trazado en dos punto. El primero de ellos para acercarnos, en ligero descenso, a la población de Dulantzi (Alegría), lo que nos permitió darnos un homenaje y comer algo. Lo único malo es que para retomar el recorrido nos tocará acender lo descendido.
El segundo desvío lo tomaremos en Andollu, optando por uno de los ramales del antiguo trazado del tren, que nos lleva, en ligera subida, hasta el Cerro de Estibaliz. En lo alto del cerro se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz, patrona de Álava, un bello ejemplo de arte románico. Hay un museo del románico en Álava, pero nosotros lo encontramos cerrado, cierto es que llegamos justo al mediodía.
Desde el monasterio volveremos al punto donde nos desviamos de la vía verde, para retomar el recorrido del ferrocarril, encaminándonos hacia la entrada de Vitoria.
Al llegar a las afueras el recorrido inicia un gran rodeo a la ciudad. Nos adentramos en los innumerables parques que lo rodean, llenos de estupendas sendas para andar y montar en bici. También es una buena opción acercarse al centro de la ciudad para disfrutar de alguna de sus terrazas.
Llegados a este punto ya solo nos queda regresar a nuestro punto de partida, para dar por concluida esta ruta. Un viaje de lo más variado: bonitos paisajes, agradables sendas urbanas, vías verdes, monumentos megalíticos, y algún cielo impresionante surcado por los colores del arco iris. Poco más se puede pedir para un fin de semana con las alforjas.
Recorrido
No hemos grabado el recorrido ya que hay numerosos track colgados en wikiloc.
Información práctica
- Podéis encontrar el track de la ruta en: http://ibilbideak.euskadi.net/ibilbideak/view.do?id=19280