Circular en la Selva Negra

Datos de la ruta

  • Zona: selva negra; valle del Rhin; Alsacia
  • Duración: 7 días
  • Tipo de recorrido: circular
  • Tipo de firme: discurre mayoritariamente por carriles bici (muchas veces asfaltados) pistas en muy buen estado y algunos tramos de carretera. Ciclabilidad del 100% (aprovechando al máximos la espectacular red de carriles bici de Alemania y Francia), lo que no quiere decir que no haya tramos duros con fuertes rampas especialmente en los días centrales (ver crónica)

Descripción

En esta salida nos vamos un poco más lejos de lo habitual aprovechando las vacaciones estivales: nos dirigimos a Alemania. Tras valorar diferentes opciones, y dado que hace tiempo que teníamos ganas de conocer este país, ponemos nuestros ojos en esa gran masa verde de hoja perenne que es la Selva Negra y que se sitúa en el sureste de Alemania.

Para esta salida hemos unido diferentes rutas tomando información de muy diversas fuentes, desde rutas oficiales (como es el caso del Eurovelo 15) a rutas de otros cicloturistas, diseñando una ruta a nuestro gusto que han supuesto casi 600 km por este maravillo rincón de la naturaleza y nos ha llevado a algunas ciudades imprescindibles, e incluso nos ha acercado a algún yacimiento arqueológico.

En esta salida por la Selva Negra hemos atravesado fronteras, poniendo los pies (o más bien las ruedas) en: Francia, Alemania y Suiza. Aunque el trayecto discurre mayoritariamente por territorio alemán.

En nuestro recorrido hemos seguido algunos tramos de los siguientes caminos señalizados (solo se indican las principales, ya que casi toda hace uso de la extensa red de carriles bici disponibles):

Día 1. Friedlingen-Kappel am Rhein (113 km-120 m+)

Situamos nuestro punto de salida en Friedlingen. Buscamos una calle tranquila donde poder dejar nuestro vehículo e iniciar la ruta. Finalmente aparcamos justo por un punto de paso del EV15, en una zona residencial situada cerca de la frontera con Suiza. Casi se puede decir que estamos a las afueras de la gran ciudad de Basilea.

Nos encontramos un día gris y frío. Iniciamos la ruta siguiendo las indicaciones del EV15 por una zona industrial y con bastante tráfico (estamos en la misma frontera con Francia). No tardamos en dejar atrás las zonas más industriales y vernos rodeados de vegetación. Nos encontrarnos con las aguas del gran río Rhin que marcará los kilómetros de esta jornada.

Eurovelo 15

Eurovelo 15

El EV15 acompaña a las caudalosas aguas del Rhin siguiendo pistas muy rodadoras y sin apenas desnivel, lo que nos permite llevar un buen ritmo. Son numerosos los cicloturistas con los que nos cruzamos (casi todos en dirección contraria), incluso familias enteras. El EV15 avanza, apenas atravesamos pueblos en estos primeros kilómetros, pero hay señalización que indican los desvíos si necesitamos acercarnos a alguno de los pueblos que jalonan la ruta.

Tomamos la variante que se dirige a Steinenstadt con la idea de buscar algún supermercado, pero no hay mucha suerte. Nos alejamos de las aguas del río Rhin. Llegamos a Neuenburg am Rheim donde nos unimos a un carril bici que transcurre paralelo a la carretera L134. Las aguas del Rhin son sustituidas por cultivos de maíz que nos acompañan hasta Zienken y Gribheim. En este último pueblo giramos noventa grados hasta darnos de bruces, de nuevo, con el curso del río Rhin.

Retomamos el avance cómodo. Es el camino ideal para dejarse llevar. Incluso en algunos tramos llega a resultar monótono. El cielo se abre y las nubes grises desaparecen del horizonte. Son incontables las aves que vemos tanto en el río como en las lagunas y humedales existentes en el lateral, donde hermosos (y no muy amistosos) cisnes nadan elegantes.

Rhin

Rhin

Atravesamos Breisach am Rhein. Tras algunos kilómetros nos desviamos hacia Weisweil con la idea de ir buscando un lugar donde dormir. El sol empieza su camino de descenso y llevamos ya una buena cantidad de kilómetros. Pero no hay suerte. Así que buscamos posibles camping y nos parece uno en la población de Rust. Error. Tras algunos kilómetros por caminos vecinales, nos vemos inmersos en una locura de gente. Nos hemos metido de lleno en el parque de atracciones de mayores dimensiones del sur de Alemania.

Salimos despavoridos del lugar. Nos acercamos a Kappel, pero tampoco hay suerte. Ponemos de nuevo rumbo al cauce del Rhin y nos buscamos la vida en su ribera cuando la noche empieza a ganar al día.

Día 2. Kappel am Rhein-Estrasburgo (49,5 km-77 m+)

La jornada tiene un objetivo claro: alcanzar la ciudad de Estrasburgo. Unas obras nos obligan a desviarnos a la altura de Witteneier y alejarnos momentáneamente del trazado del EV15, que volvemos a retomar tras pasar por las calles de Nonnenweier. Los siguientes kilómetros no presentan mucha diferencia respecto a la jornada previa. Buenas pistas, rectas y llanas que acompañan a las aguas del Rhin.

El desvío a Estrasburgo está perfectamente señalizado. Un carril bici totalmente separado nos permite salvar las aguas del río Rhin y atravesar la frontera que separa a alemanes y franceses. La señalización nos guía sin posibilidad de pérdida y nos adentramos en un bosque frondoso donde una pequeña pista asfaltada se abre camino.

Llegamos a lo que parece un parque a las afueras de Estrasburgo. La pista de asfalto es sustituida por el chemin du Roi, un camino que avanza entre la frondosa vegetación. El camino se corta y nos desviamos por senderos más estrechos, pero igual de tranquilos y apacibles. Disfrutamos de este tramo que nos lleva a una sorpresa inesperada: el maltratado y vandalizado dolmen de Stockfeld.

Dolmen de Stockfeld

Dolmen de Stockfeld

En este punto, nos unimos a las bulliciosas calles de Estrasburgo. Seguimos las indicaciones que nos llevan al centro de la ciudad. Llegamos al Ponts Couverts y a la Petit France con sus deliciosos canales.

Estrasburgo. La Petite France

Estrasburgo. La Petite France

Estrasburgo fue declarada Patromonio de la Humanidad en 1988 y es la sede del Parlamento Europeo, entre otras instituciones europeas. Entre sus calles se puede observar la mezcla de influencias que se hace patente en la Alsacia. La influencia alemana en la arquitectura de sus casas hace de esta ciudad un lugar singular.

No son pocas los atractivos que hacen recomendable dedicar cierto tiempo a pasear por sus calles y visitar la catedral de Notre-Dame. Y eso hicimos, acortar la jornada, buscar un hotel y pasear por las calles de esta bonita ciudad.

Día 3. Estrasburgo-Mitteltal (99 km-1250 m+)

Dejamos atrás Estrasburgo tras un copioso desayuno y volvemos a atravesar la frontera para adentrarnos en Alemania. Nos unimos de nuevo al EV15, pero a la altura de Auenheim nos desviamos de esta ruta ciclista para poner dirección este a las ondulaciones de la Selva Negra. Tomamos carriles bici siguiendo las indicaciones hacia Achern.

Atravesamos pueblos vacíos y silenciosos. Una vez pasada la localidad de Zierolshofen nos adentramos en pistas rodeadas de naturaleza exuberante hasta alcanzar el carril bici que nos da entrada en la ciudad de Achern, la puerta hacia la Selva Negra. Y en este punto, tras casi 40 kilómetros de recorrido, se acabó lo fácil e iniciamos nuestro recorrido por el corazón de la Selva Negra.

Paramos en Achern para comer algo y conseguir agua. Con un sol de justicia retomamos la ruta y empezamos a ascender. En un primer momento son subidas suaves aprovechando pequeñas carreteras (no siempre hay carril bici). Dejamos atrás Luf, Hub, y Waldmatt para iniciar una fuerte subida hacia la torre de Bergfried.

Torre de Bergfried

Torre de Bergfried

Aquí muere la carretera que hemos seguido. El asfalto es sustituido por arena y, ahora sí, tenemos la sensación de adentrarnos en la Selva Negra. Y empezamos a subir, sin descanso ni tregua.

Al final del valle del río Muhrbach, nos unimos de nuevo a la carretera en lo que parece un collado, pero no tardamos en desviarnos, por asfalto, por un rampa corta pero de pendiente casi imposible. Y seguimos ascendiendo. Los paisajes ayudan, pero la subida es fuerte y tras dos días de pedaleo fácil y relajado parece que el cuerpo aún no está acostumbrado a las montañas.

Tras salvar 600 metros de desnivel y casi 20 kilómetros, llegamos a Hundseck. Una estación de esquí que nos indica el punto de inflexión de la jornada y que me recuerda con fuerza los bosques de Guadarrama en primavera (pero 800 metros más bajos). Apenas descansamos, iniciamos el descenso siguiendo el asfalto de la L80b, sin carril bici y cogiendo velocidad. Cuando aún no hemos finalizado el vertiginoso descenso, nos desviamos por pista paralelas a las aguas del río Raumunzach, aunque los densos pinares no nos dejan ver sus aguas.

Selva Negra

Selva Negra

Seguimos descendiendo y nos unimos a la L83, pero no tardamos en dejar el asfalto atrás por una estrecha senda que cruza, por un puente peatonal, el río Murg. Al otro lado un carril (casi se puede decir que es una carretera) de uso exclusivo para bicis y senderistas que apenas presenta desnivel y que parece seguir una antigua vía de tren. Este tramo nos lleva paralelos a las aguas del río Murg a lo largo de unos cuantos kilómetros y preciosos paisajes.

Ribera del río Murg. Selva Negra

Ribera del río Murg. Selva Negra

En Huzenbach cambiamos de ribera. Ahora avanzamos paralelos a las vías del tren por caminos asfaltados tranquilos. Vamos atravesando localidades: Schönegrund, Röt, Klosteneichenbach. Siempre seguimos indicaciones de rutas cicloturistas que indican dirección Freudenstadt (otra de las ciudades que se consideran entrada a la Selva Negra, de ahí el intenso tráfico de la zona).

Al llegar a Baiersbronn nos hacemos un pequeño lío con las indicaciones. Aquí, en vez de seguir la dirección a Freudenstadt, hay que seguir las indicaciones hacia Mitteltal. Nos cuesta un rato encontrar la dirección adecuada.

Nos adentramos en un valle más tranquilo, aún presidido por el río Mug, en el que nos enfrentamos a fuertes pendientes con continuos sube y bajas que hacen mella en las piernas. Los últimos kilómetros se hacen largos. En Mitteltal encontramos un magnífico camping donde reposar nuestros huesos para la siguiente jornada.

Día 4. Mitteltal-Mattenhof (67,5 km-860 m+)

Iniciamos el día acompañando a las aguas del río Murg hacia la zona alta del valle. Pasamos por las proximidades de Obertal y Buhlbach, para tomar las pistas asfaltadas que ascienden por las empinadas laderas de la Selva Negra.

Durante los primeros diez kilómetros vamos ganando altura gracias a una pista asfaltada y rodeados de un espeso bosque. En cada revuelta, nos da la bienvenida un refugio de madera que se mimetiza con el medio.

Selva Negra

Selva Negra

Nos unimos con la carretera B500, la pendiente se suaviza. Tras un breve tramo de carretera (con bastante tráfico) nos desviamos por un carril lateral. A los pocos cientos de metros finaliza y tenemos que cruzar, con precaución, la transitada carretera. Poco después por fin nos unimos con algunos caminos que discurren paralelos al asfalto escondidos por el espeso pinar.

Con tendencia al descenso, llegamos a la localidad de Kniebis. Recorremos sus calles, pero no vemos nada abierto, así que retomamos nuestro camino. Nos unimos a las pistas que atraviesan esta parte de la Selva Negra. Con continuas subidas y bajadas, aunque con cierta tendencia a perder metros, nos adentramos en los bosques densos y tapizados de helechos que caracterizan a esta naturaleza. Alguna rampa de hace dura, hay que tomárselo con calma, aunque el paisaje ayuda.

Pista en la Selva Negra

Pista en la Selva Negra

Alcanzamos un collado e iniciamos u fuerte descenso hacia el valle marcado por las aguas del río Wolf que corre brioso por las montañas. Un primer tramo de descenso nos lleva hasta la localidad de Hermannazeshof.

Rio Wolf. Selva Negra

Rio Wolf

Nos unimos al curso del río Wolf para recorrer su valle. La carretera que discurre por el valle, la L96, es una arteria muy concurrida, pero la red de carriles bici que unen los diversos pueblos nos permiten avanzar sin necesidad de mezclarnos con el tráfico. Los pueblos están perfectamente señalizados. Estamos asombrados con el alto nivel de usuarios de estos carriles y de sus edades, en algunos cruces hay que tener cuidado con el resto de bicicletas.

Pero el avance, ahora en claro descenso, y por carriles cómodos y asfaltados, nos permite avanzar de manera tranquila y con cierta rapidez. Dejamos atrás los núcleos que jalonan este bonito valle: Heinerbauernhof, ObertalWalke, Obrteolffach, antes de llegar a las mayores poblaciones: Wolfach y Hausach.

En la entrada de Hausach nos desviamos para tomar hacia Mattenhof. Nos acompaña ahora el río Gutach. Aquí, al lado de lo que parece un parque para niños, vemos una casa y algunas autocaravanas aparcadas. Preguntamos y nos dejan acampar, con derecho a ducha, por un precio razonable. Así que decidimos detenernos aquí porque sabemos que en breve empezaremos a subir, así que, la razón aconseja un descanso antes de enfrentarnos a las duras rampas.

Día 5. Mattenhof-Titisee (92 km-1550 m+)

Mañana calurosa. Hoy nos espera una jornada dura. Las primeras pedaladas nos llevan hasta Gutach (donde no encontramos ningún sitio donde tomar un café). Tras atravesar la población nos desviamos por la carretera L107, en esta ocasión sin carril bici, con un tráfico importante y con rampas que, de acuerdo con las señales de tráfico, alcanzan el 18% en algunos puntos. Son solo 4 kilómetros, pero se hacen duros, muy duros.

El rápido descenso hasta la población de Oberprechtal lo realizamos también por asfalto, uniéndonos al valle que surca el río Elz. Los siguientes kilómetros son un suave descenso aprovechando las calles de las diferentes poblaciones y los carrilles bici entre ellas.

Carril bici en el río Elz. Selva Negra

Carril bici en el río Elz

El camino se ve decorado por perfectas granjas alemanas y amplios valles rodeados de colinas. Sin apenas esfuerzo llegamos a la bulliciosa ciudad de Friburgo.

Las calles del centro de la ciudad están atestadas de turistas, pero, a pesar de ello, es más que recomendable darse una vuelta por sus calles y disfrutar de su magnífica catedral del siglo XI (que nosotros nos encontramos rodeada de andamios). Un paseo por sus calles adoquinadas más tranquilas nos pueden dar una idea de los encantos de esta parte de la ciudad menos ruidosa.

Dejamos atrás el ajetreo y nos unimos a la Südschawarzwald-Radweg (Ruta ciclista sur de la Selva Negra) e iniciamos el ascenso. En un primer momento de manera moderada siguiendo los carriles de las afueras de Friburgo. A partir de Kirchzarten las pendientes empiezan a ganar en personalidad. Y a partir de Oberried, las pendientes pasan a ser de infarto.

Gran parte de la subida se realiza por pistas asfaltadas, gracias a ello no nos vemos obligados a bajarnos de las bicis en ningún momento, pero las pendientes son fuertes, muy fuertes en algunos tramos, y muy mantenido. A todo esto se une un día de calor pegajoso. La subida se nos hace interminable.

Ascenso a Rinkensatte. Selva Negra

Ascenso a Rinkensatte

Tras superar un desnivel de 800 metros, alcanzamos la máxima altitud de esta ruta en el Rinkensattel (1195 m). Desde este punto, y con el sol ya avisando de su despedida, iniciamos un fuerte y rápido descenso por pequeñas carreteras locales. En medio, alguna pequeña subida que, a pesar de no ser excesivamente dura, nos provoca quemazón en las piernas.

Dejamos atrás a Hinterzarten, en fiestas, para adentrarnos en los bosques del entorno de Titisee. Nada más entrar nos damos cuenta de su categoría de localidad turística. Presidida por el lago de Titisee donde los puertos en sus costas nos indican su carácter vacacional.

Lago Titisee. Selva Negra

Lago Titisee

Decidimos dar por concluida la jornada aquí en un camping bullicioso. Esta es la última subida del día, el camping se sitúa en la ladera del Bühlberg y las últimas pendientes son pronunciadas.

Día 6. Titisee-Murg (109 km-550 m+)

En contraste con el día previo, hoy nos espera un día frío a primera hora y con alguna llovizna. Dejamos atrás Titisee sin mucha pena (tanto alboroto no casa muy bien con nosotros). La lluvia no tarda en ganar consistencia y decidimos detenernos a tomar un buen desayuno a la altura de Neustadt. Dejamos que el cielo se desahogue un poco y retomamos la ruta con una ligera lluvia.

En un primer momento los carriles siguen las aguas del río Gutach. Posteriormente nuestro rumbo se desvía hacia la población de Lenzkirch con las aguas del río Haslach como compañero y siguiendo lo que parece una antigua vía de tren.

Camino a Lenzkirch. Selva Negra

Camino a Lenzkirch

Lenzkirh se presenta como el típico pueblo alemán de casa de tejados con fuertes pendientes y vigas de madera. Su ayuntamiento presenta un llamativo color rosa en sus paredes.

De nuevo es la red de carriles bici los que nos van marcando nuestro recorrido. Los diferentes pueblos vienen perfectamente señalizados por lo que la ruta se hace cómoda. Apenas hay desniveles y las pistas asfaltadas posibilitan una buena velocidad. Hasta la población de Bonndorf prácticamente es un apacible llaneo. A partir de este punto, el descenso se hace más marcado, iniciamos el descenso al valle del Rhin y empezamos una lenta despedida de las regiones más abruptas de la Selva Negra.

Los cultivos y los amplios valles ganan protagonismo a medida que descendemos. Tras la localidad de Lausheim, de nuevo un río marca nuestro avance: el río Wutach. Le acompañamos en el gran giro que nos lleva al reencuentro del río Rhin. Pero antes de dejar atrás la Selva Negra, nos detenemos en Stühlingen para darnos un homenaje de despedida con una buena cerveza y unos rostis deliciosos.

Tras la comida, sí que iniciamos un suave y mantenido descenso. Las poblaciones ganan en tamaño, también el tráfico de las carreteras que discurren paralelas a nuestro camino es más denso.

Waldshut-Tiengen. Río Wutach

Waldshut-Tiengen. Río Wutach

En Waldshut-Tiengen las aguas del río Wutach se unen a las del Rhin y nuestro camino confluye, de nuevo, con el EV15. De nuevo las caudalosas aguas del Rhin son las protagonistas de nuestro avance. A partir de ahora nos cruzamos con muchas bicis que están realizando su descenso.

Estas aguas profundas y oscuras marcan, en este tramo, la frontera con Suiza. Una frontera sinuosa que divide pueblos que, en apariencia, no presentan diferencias, pero que se ven enfrentados por esta línea difusa.

También son más numerosas las grandes poblaciones, lo que atestigua que este río ha constituido un gran eje económico para las vidas de las personas que habitan sus riberas. Así dejamos atrás Albbruck y Laufenburg, antes de llegar a las inmediaciones de Murg.

Murg. Río Rhin

Murg. Río Rhin

En Murg nos encontramos, en el mismo EV15, una zona de acampada (debe ser de algún club de piraguas o similar) en la que nos dejan plantar la tienda y acceder a las duchas. Tras tantos kilómetros, decidimos descansar con unas preciosas vistas del Rhin y dejar una última jornada más corta para poder visitar el yacimiento de Augusta Raurica. Pero eso será mañana, ahora toca un merecido descanso.

Día 7. Murg-Friedlingen (60 km-530 m+)

Dejamos atrás Murg con la sensación de final de viaje. A nuestro alrededor apenas se vislumbra nada que nos recuerde los pinares y paisajes de la Selva Negra. Seguimos el camino monótono y llano del Rhin sin prisas, disfrutando y dejando atrás numerosas poblaciones.

El camino nos lleva hasta el castillo de Beuggen, punto en el que antiguamente se situaba un castillo con foso y que sirvió durante más de cinco siglos como sede de la Orden Teutónica.

 Castillo de Beuggen

Castillo de Beuggen

Poco después, en Rheinfelden, nos desviamos del EV15 para atravesar la frontera suizo-alemana por un puente peatonal. Nos unimos a los carrilles bici suizos para alcanzar la localidad de Kaiseraugust. Aquí nos damos una vuelta para conocer de cerca los restos de Augusta Raurica. Los restos del yacimiento, que se reparten en unas basta extensión, se pueden visitar libremente. Entre los lugares emblemáticos se podrían indicar el anfiteatro o el foro. Pero uno de los puntos más destacados es el teatro, el más grande al norte de los Alpes.

Augusta Raurica. Teatro

Augusta Raurica. Teatro

Con un bochorno de espanto y tras un par de horas de visita, dejamos atrás Augusta Raurica para poner rumbo a Basilea, la última gran ciudad de este recorrido, 20 kilómetros nos separan. Seguimos las indicaciones para alcanzar la gran ciudad del Rhin por su vertiente suiza.

Pasamos por Muttenz y llegamos a las afueras de Basilea que se presenta como una ciudad bulliciosa, con un tráfico considerable, llena de turistas y en obras.

Entrada en Basilea

Entrada en Basilea

No nos resulta muy amigable para moverse en bici, el calor tampoco ayuda, por lo que ponemos rumbo al centro y la dejamos atrás sin grandes miramientos.

Y ahora sí que el viaje toca a su fin. Tras pasar de nuevo la frontera por otro puente peatonal y llegar a la parte alemana, nos unimos al EV15 que, en apenas 6 kilómetros, nos deja en el punto de inicio, poniendo punto final a este recorrido por parte del EV15 y la Selva Negra.

Recorrido

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Información práctica

Bibliografía

  • Libros:
    • Múnich, Baviera y la Selva Negra. Ed. Lonely Planet
  • Mapas:
    • Voies vertes et Véloroutes de France. 1:1.000.000. Ed. IGN

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