Camino de la Cruz de Caravaca (GR 250. Camino del apóstol)

Datos de la ruta

  • Zona: Parque regional de Sierra Espuña; Campo de Cartagena; Parque regional Carrascoy y El Valle
  • Duración: 4 días
  • Tipo de recorrido: circular
  • Tipo de firme: recorrido con un tanto por cierto elevado de asfalto (especialmente en la zona del Campo de Cartagena). El asfalto se combina con pistas muy buenas en general. Es ciclable todo el recorrido. El único punto que requerirá algo de pericia para no tener que descender de la bici (aunque el sendero es evitable) es en la bajada al santuario de la Fuensanta desde la sierra de la Cresta del Gallo.

Descripción

En esta salida nos vamos a Murcia a recorrer las rutas de peregrinación que atraviesan la provincia hasta la población de Caravaca de la Cruz. En su Basílica-Santuario de la Vera Cruz (siglo XVII), situada en el recinto del castillo, se venera un supuesto fragmento de la verdadera cruz en la que Jesucristo fue crucificado. Las primeras peregrinaciones se documentan a partir del siglo XIII y continuarían a lo largo de los siglos.

Al igual que en el caso de los Caminos de Santiago, se ha creado una red de los Caminos de la Vera Cruz que permite peregrinar a la población de Caravaca de la Cruz desde diversos lugares. Aprovechando la profusión de caminos decidimos hacer una ruta circular uniendo dos de ellos:

Sobre la marcha, tuvimos que realizar alguna modificación sobre este plan inicial debido a la escasa señalización de alguno de los caminos o la desactualización de los tracks que están en la página (que no siempre coincide con la señalización sobre el terreno). Estos caminos aprovechan otros caminos señalizados (senderos de gran recorrido y caminos naturales). Concretamente hemos recorrido, parcialmente, estos otros senderos:

Y sin más preámbulos ponemos rumbo al sur y a los Caminos de la Vera Cruz.

Día 1. Caravaca de la Cruz-Totana (85 km-1200 m+)

Iniciamos esta ruta en la población de Caravaca de la Cruz. La subida a la Basílica de la Vera Cruz la dejamos para el día de retorno. Tomamos dirección suroeste para atravesar la autopista C-145. Estos primeros kilómetros vienen bien indicados tanto por indicaciones del Camino de la Cruz de Calatrava como por un camino de conexión entre las vías verdes (indicados con flechas marrones), también aparece alguna indicación de GR sin que seamos capaces de determinar a que sendero pertenecen exactamente.

Los primeros compases los realizamos por asfalto, más bien pistas asfaltadas que serpentean por los pies de la sierra de las Cabras. Estas pistas nos llevan a uno de los primeros hermosos rincones de esta jornada: el estrecho de las Cuevas de la Encarnación, abierto por el río Quípar. En sus alrededores se localizan numerosos restos arqueológicos que merecen una visita pausada (ya que con la bici es complicado): restos íberos de Los Villaricos, la placica de armas (base de un poblado del bronca), la cueva del Rey Moro o cueva Negra donde se han localizado restos de homínidos (probablemente Homo heidelbergensis).

Estrecho de las Cuevas de la Encarnación

Estrecho de las Cuevas de la Encarnación

Una pequeña subida nos saca del estrecho para acercarnos al pueblo de el Arrabal. A la entrada un cartel indica el desvío hacia el cerro de la Encarnación, donde se ubica el Complejo arqueológico de la Ermita de la Encarnación (Arrabal). Por un instante dudamos si hacer un visita, pero no indica distancia y vamos con el tiempo demasiado justo en estas jornadas cortas de invierno.

Continuamos nuestro camino. Seguimos indicaciones variadas: señales de GR (creemos que se corresponden con el GR 253), señales dispersas del Camino de la Cruz de Caravaca y las indicaciones del camino de conexión entre las vías verdes. Al unirnos con la carretera MU-504, las indicaciones se separan y tenemos un momento de duda. Decidimos seguir por la carretera y al llegar a la altura de Doña Inés somos conscientes de nuestro error. Nos hemos desviado del Camino de Campo de Cartagena. Decidimos ir hasta Coy y allí tomamos la decisión de seguir las indicaciones más claras: el camino de conexión entre las vías verdes. Este camino está está excepcionalmente bien señalizado.

Nos aproximamos a la Sierra del Madroño y Sierra del Cambrón que bordeamos por el sur. Llegamos primero a Avilés. Los caminos se vuelven algo más abruptos y acumulan desnivel. No hay grandes puertos, pero sí continuas subidas y bajadas. Rozamos la sierra del Maadroño antes de llegar a la población de Terreras.

Nos metemos de lleno en el Parque Natural de Sierra Espuña con sus caminos blanquecinos y pedregosos, y sus interminables pinares. El olor a resina lo impregna todo y, a pesar de que los caminos no son tan cómodos, disfrutamos de este tramo poco transitado y alejado del asfalto.

Parque Natural de Sierra Espuña

Parque Natural de Sierra Espuña

Llegamos a Aledo cansados por el recorrido. A su entrada nos planteamos la opción de quedarnos en esta localidad, pero finalmente decidimos alargar un poco la jornada. En este tramo final, a los pies de la Sierra Espuña, hacemos una breve parada en el Santuario de Santa Eulalia que, con los colores del atardecer, nos ofrece unas preciosas vistas de los pinares y las paredes. Pero la parada es muy rápida, aún nos quedan algunos kilómetros por delante y las sombras se alargan. Iniciamos un fuerte descenso por asfalto que nos lleva hasta el valle del Guadalentín.

Entramos en Totana con el sol apenas visible y con un buen jaleo en la plaza. En Totana se encuentra uno de los yacimientos más importantes de la cultura argárica en Murcia: La Bastida. Pero al parecer visitarla no es sencillo, por lo que tendremos que volver en otra ocasión.

Y aquí, en Totana, decidimos dar por finalizada la joranada y buscar un lugar donde descansar.

Día 2. Totana-Cartagena (62 km-150 m+)

Salimos de Totana sin prisas. Hoy tenemos por delante una jornada relajada y sin grandes pretensiones. A la salida de la localiadd tomamos las indicaciones de la Vía Verde del Campo de Cartagena que, en su inicio, coincide con las indicaciones del GR 252.

El paisaje es árido, casi desértico. A la salida de Totana nos da la bienvenida la Reserva Natural Saladares de Guadalentín, una basta llanura de suelo blanquecino que, sin embargo, esconde alguna especie vegetal en peligro de extinción como el almarjo. Al fondo, cierran el paisaje las modestas cumbres de la sierra de Carrascoy.

Reserva Natural Saladares de Guadalentín

Reserva Natural Saladares de Guadalentín

La Vía Verde del Campo de Cartagena nos permite ir a buen ritmo y la tendencia a bajar ayuda en el avance. El trazado de la antigua vía del tren se abre camino entre innumerables fincas y huertas, además de salvar grandes vías de comunicación que cortan su trazado rectilíneo. Este proyecto ferroviario buscaba conectar Cartagena, base de la Armada, con Águilas y buscar conexión con la andaluza base de San Fernando (Cádiz). Sin embargo, el proyecto quedó paralizado el 1928 buscando, como alternativa, la conexión con Totana. A pesar de todos los esfuerzos, los informes económicos negativos condenaron este trazado que no llegó a contar con raíles. Precisamente La Pinilla marca el punto donde se inicia la Vía Verde de Mazarrón que es parte de esta historia de trazados ferroviarios.

Dejando atrás La Pinilla, pasamos por Fuente Álamo de Murcia. Aquí iniciamos el giro hacia el sureste que nos lleva directos a las afueras de Cartagena donde fianliza esta extensa Vía Verde del Campo de Cartagena.

La jornada ha sido corta y sencilla. Todo ello con el objetivo de poder pasear por Cartagena y ver alguno de sus innumerables tesoros. Cartagena esconde un gran patrimonio cultural, especialmente arqueológico, con interesantes yacimientos y museos. Hay mucho que ver y bien merece una visita de un par de días. Pero nosotros solo contamos con una tarde y tenemos que elegir qué ver. Nos decidimos por el impresionante Museo del Teatro romano.

Teatro romano de Cartagena

Teatro romano de Cartagena

Este Teatro romano fue construido en época augusta (en los primeros años del siglo I d. C) en uno de los cerros de la ciudad para facilitar la construcción de la cavea con una capacidad para 7.000 espectadores articulado en tres sectores. El monumento permaneció oculto bajo la superposición de numerosas estructuras que se fueron construyendo a lo largo de los siglos. La primera campaña de excavación, llevada a cabo en el año 1988 en el solar de la Casa-Palacio de la Condesa de Peralta, sacó a la luz la superposición de estructuras y ricos elementos arquitectónicos. Sería en la campaña de 1990 cuando finalmente se indetificarían los restos parciales del munumental teatro.

Muy a nuestro pesar, se quedaron sin visitar otros muchos monumentos y museos (ver apartado de Información Práctica). Esperemos que encontremos la ocasión de volver.

Día 3. Cartagena-Alguazas (87 km-750 m+)

Dejamos atrás Cartagena por la rambla de Benipila y subimos hacia el cementerio hasta encontrarnos de nuevo con la Vía Verde del Campo de Cartagena. Apenas la seguimos un par de kilómetros antes de desviarnos para seguir las indicaciones del Camino de la Cruz de Caravaca (GR 250. Camino del Apóstol). Este primer tramo discurre por caminos asfaltados que atraviesan el Campo de Cartagena en dirección norte. Las indicaciones, dadas por las señales de GR y la señal de la Cruz de Caravaca, son pocas y algo borradas, lo que dificulta en algún punto la orientación.

Los primeros treinta kilómetros transcurren de manera cómoda y algo monótona. Los paisajes tampoco acompañan: pistas asfaltadas, interminables huertas y zona de cultivo. En Los Martínez del Puerto hacemos una parada para despejarnos de la monotonía y nos preparamos para salvar el desnivel del Parque Regional Carrascoy y El Valle.

Poco después de salvar la autopista C-3319 iniciamos un ligero ascenso por la cañada Honda hasta la ermita de lo Pareja y el caserío de lo Pareja (abandonados y en estado de ruina), rodeados de un paisaje árido. Pero será tras la venta del Puerto donde iniciemos la subida. Al principio sin alejarnos mucho de la autopista A-30 que nos trae el ruido del abundante tráfico. Sin embargo, a medida que ascendemos, el ruido se diluye entre los densos pinares, al tiempo que las pistas se vuelven más pendientes. La subida no es muy larga, pero se hace dura después de la jornada tan relajada del día anterior. Doscientos metros de subida que nos acercan a las alturas de la sierra de la Cresta del Gallo.

Pero tras toda subida viene el descenso y este no desmerece a la ascensión. El Camino del Apóstol (GR 250), perfectamente indicado en esta parte de la ruta, se separa de la pista para inciar el descenso por estrechos senderos que nos ofrecen unos paisajes magníficos. Estos senderos son algo técnicos y es posible que de manera puntual, en función de la pericia de cada uno, haya que echar el pie a tierra.

Descenso al santuario de la Fuensanta

Descenso al santuario de la Fuensanta

Las sendas nos llevan hasta el Santuario de la Fuensanta (siglo XVII). Y aquí, sin más, perdemos las indicaciones del Camino de la Cruz de Caravaca y del GR 250. Finalmente decidimos descender por la carretera hacia Algezares y, ya por asfalto (e indicaciones del Camino de Santiago), llegar a las calles de Murcia.

Aún descendemos algo más hasta alcanzar el cauce del río Segura. En este punto nos encontramos con paneles informativos del Camino de la Cruz de Caravaca que ahora avanza paralelo a las aguas del río y siguiendo el GR 127 (Río Segura). Iniciamos un agradable camino fluvial que serpentea al compás de las aguas del río Segura durante largos kilómetros hasta llegar a Molina de Segura.

GR 127. Río Segura

GR 127. Río Segura

En esta localidad, el Camino del Apóstol (GR 250) se separa del GR 127 para aprovechar el trazado del ferrocarril siguiendo el Camino Natural Vía Verde del Noroeste (que tiene su punto de inicio en la ciudad de Murcia).

El Camino del Apóstol (GR 250) se corresponde con el antiguo ferrocarril que unía Murcia con Caravaca de la Cruz. Las obras se iniciaron en 1925 y concluyeron en 1931, aunque entraría en explotación en el año 1933. Aunque estuvo operativo hasta 1971 (año en el que se suspendió el transporte de pasajeros entre Alguazas y Caravaca de la Cruz) nunca fue rentable. A nosotros nos servirá para realizar la última parte de nuestro camino entre Molina de Segura y Caravaca de la Cruz.

Seguimos hasta Alguazas cruzando las aguas del río Segura por un precioso puente. Al llegar al pueblo nos encontramos con la desagradable sorpresa de que el albergue, que se situaba en la antigua estación, está cerrado (más que cerrado, está destrozado). Esto nos obliga a deshacer los últimos cuatro kilómetros para buscar refugio en Molina de Segura con la noche encima.

Día 4. Alguazas-Caravaca de la Cruz (69 km-900 m+)

Iniciamos nuestra última jornada retomando el Camino Natural Vía Verde del Noroeste y recorriendo, de nuevo, el tramo entre Molina de Segura y Alguazas. Nos adentramos en una paisaje de cárcavas y ramblas donde el terreno aterrazado esconde frutales. Llegamos a la localidad de Campos del Río donde se pierde algo el trazado, será una vez superadas sus calles cuando recuperemos el trazado del Camino Natural Vía Verde del Noroeste. Un par de kilómetros depués nos encontramos con los primeros viaductos de este Camino Natural Vía Verde del Noroeste sobre el barranco de Gracia y el barranco del Arco.

Bordeamos Albudeite y seguimos el río Mula que nos guía en este tramo.En este tramos nos encontramos con otra de las grades construcciones de este trazado: el viaducto sobre el barranco del Moro o de Carrizal.

Camino Natural Vía Verde del Noroeste. Barranco del Moro o de Carrizal

Camino Natural Vía Verde del Noroeste

Poco después nos encontramos con la estación de Baños de Mula, en estado ruinoso. El viaducto sobre la rambla de Perea nos deja en el cruce de la carretera C-415. Un último viaducto sobre el río Mula nos deja en los campos de frutales que preceden a la localidad de Mula con su magnífico castillo (Castillo de Los Vélez. Siglo XVI) presidiendo nuestro horizonte.

En Mula iniciamos un ascenso decidido hasta alcanzar la localidad de El Niño donde atravesamos la carretera RM-516. El Camino Natural Vía Verde del Noroeste está en continua subida pero muy moderada, el viento es el que dificulta el avance en esta ocasión. Tras pasar dos túneles el paisaje cambia de manera radical y los pinares ganan terreno. Las tierras blanquecinas y arenosas son sustituidas por el verde en contraste con el cielo azul intenso. Dos grandes balsas de agua delimitan nuestro camino.

Camino Natural Vía Verde del Noroeste

Camino Natural Vía Verde del Noroeste

Otros dos túneles dan paso al viaducto sobre el río Mulas. A nuestra derecha se abre la rambla de Codoñas. En Bullas alcanzamos el punto más elevado del recorrido (630 m). A la salida de Bullas buscamos el trazado que localizamos tras superar la autovía RM-15. Avanzamos entre pinares y paisajes más abruptos cuyos desniveles son salvados por el viaducto sobre el arroyo Burete.

Iniciamos un descenso por buena pista y en medio del descenso nos encontramos con el parque arqueológico de Begastri. Este yacimiento presenta una interesante secuencia que abarca desde época íbera (siglo IV a. C) hasta época visigoda, alcanzando su época de máximo esplendor en el siglo III d. C. Tras pasar la entrada del yacimiento (estrictamente cerrado) nos encontramos con el viaducto sobre el río Quípar. Pocos metros después entramos en Cehegín, donde hacemos una breve parada para descansar del viento incesante y reponer fuerzas para los últimos kilómetros.

Retomamos el Camino Natural Vía Verde del Noroeste. En apenas unos metros atravesamos el último túnel del recorrido y el último viaducto que nos permite salvar el río Argos. Sin darnos cuenta, entramos en las calles de Caravaca de la Cruz. Poco antes de llegar al punto final del Camino Natural Vía Verde del Noroeste nos desviamos del trazado del ferrocarril para afrontar el ascenso a la Basílica-Santuario de la Vera Cruz por las estrechas calles de Caravaca de la Cruz. Un último esfuerzo nos lleva al objetivo de esta peregrinación por el Camino del Apóstol : la Basílica-Santuario de la Vera Cruz.

Basílica-Santuario de la Vera Cruz. Caravaca de la Cruz

Basílica-Santuario de la Vera Cruz. Caravaca de la Cruz

Una rápida visita al interior de la basílica (aunque no entramos a ver la reliquia debido a la cola existente) pone punto final a este recorrido de cuatro días por tierras de Murcia uniendo dos de sus ciudades más emblemáticas: Cartagena y Caravaca de la Cruz, dejando pendientes muchas riquezas culturales por ver y que justificarán, sin duda, una próxima visita.

Recorrido

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