Datos de la ruta
- Zona: Maestrazgo.
- Duración: 2 días.
- Tipo de recorrido: circular.
- Tipo de firme: 100% asfalto. Principalmente carreteras secundarias con unos kilómetros por nacional en los alrededores de Morella.
Descripción
Dentro del Camino del Cid hay algunos anillos interesantes para el cicloturismo de fin de semana, uno de ellos es el Anillo de Montabán y otro es este Anillo de Morella. Estos tramos del Camino del Cid tiene como atractivo que son íntegramente por asfalto, en su mayoría carreteras secundarias y con poco tráfico. Este factor lo hace especialmente apto para la actividad cicloturista invernal o en épocas lluviosas.
Según parece el Cid estuvo por estos escarpados territorios en varias ocasiones. Esta zona se convirtió en un enclave estratégico y protagonista de enfrentamientos cuando el Cid, tras su destierro, se convirtió en líder militar de la taifa de Zaragoza, gobernada por al-Mutamin, enfrentado al príncipe de Lérida, su hermano, y al conde de Barcelona Ramón Berenguer II. Como parte de estas luchas intentó conquistar el castillo de Morella, sin éxito. Esto ocurría allá por el año 1083.
Algunos años después, en el 1090, anduvo de nuevo el Cid por estas tierras para abastecerse de víveres y se enfrentó, de nuevo a sus rivales, a los que venció.
Nosotros nos disponemos a seguir sus pasos por las tierras del Maestrazgo recorriendo parte de las provincias de Teruel y Castellón. Para realizar este Anillo de Morella tomaremos como punto de inicio la localidad de Olocau del Rey.
Día 1. Olocau del Rey-Portell de Morella (57 km-1100 m)
Iniciamos el recorrido con un templado sol de diciembre. Los kilómetros iniciales los realizamos por una carretera ancha y en fuerte ascenso, al final de la subida nos desviamos por una carretera estrecha y de piel agrietada, más que carretera parece pista.
Iniciamos un vertiginoso descenso hacia el Barranco de la Crianza. Tras algunos kilómetros con el gélido viento golpeándonos, agradecemos la pequeña subida desde la Mas de Rafael para superar las pequeñas elevaciones que se interponen entre nosotros y el pueblo de Todolella.
Desde esta localidad seguimos descendiendo para encontrarnos con el río Cantavieja a cuya vera llaneamos con ligeros ascensos después de atravesar la población de Forcall. Las enormes paredes de la Mola d’en Camaràs nos acompañan a medida que ganamos altura. Vemos gente escalando y, a pesar de que este tramo de asfalto no es tan agradable, la vista de las moles pétreas hacen que nuestra mirada no descienda hacia el gris.
Dejamos las carreteras tranquilas atrás para acercarnos a la ciudad de Morella. Asentada sobre una posición estratégica, a casi mil metros sobre el nivel del mar, impresiona desde la lejanía su castillo, en el punto más elevado, y las murallas medievales que la rodean, en un magnífico estado de conservación.
Penetrar en sus calles empedradas es un viaje en el tiempo. Las murallas nos acompañan durante parte de nuestro recorrido por la ciudad, luego nos adentramos en sus estrechas calles que nos recuerdan su pasado medieval.
Tras descansar en esta bonita localidad, volvemos sobre nuestros pasos para desviarnos por una carretera más pequeña y estrecha en continuo ascenso que nos permite bordear las montañas que nos rodean. En algunos tramos nos sorprende la fuerte pendiente, pero apenas nos cruzamos con un par de coches y las vistas a medida que ganamos altura son impresionantes. Llegamos a Cinctorres donde vemos la indicación del inicio del ascenso hacia el Puerto de las Cabrillas.
Iniciamos el ascenso con calma e intentando disfrutar. Nos adentramos en una zona más verde donde las sabinas y los arbustos son los protagonistas. Es un paisaje seco y áspero, duro. El sol empieza a descender y la temperatura con él. Avanzamos hacia nuestro destino: Portell de Morella, sin apenas detenernos para no quedarnos fríos. Pero las vistas bien merecían una foto rápida.
En Portell de Morella nos encontramos con un pequeño pueblo donde descansar y comer bien, de calles tranquilas y oscuras. Con sus más de mil metros de altitud la noche cayó fría y nos devolvió al descanso antes de los esperado.
Esta localidad fue conquistada a los musulmanes a mediados del siglo XIII por Jaime I. En la parte más elevada quedan restos del castillo y junto a éste la iglesia parroquial, en cuyo lateral se encuentra el Centro de interpretación templaria.
Día 2. Portell de Morella-Olcau del Rey (48 km-750 m)
Nos disponemos a iniciar la jornada con una fina capa de escarcha y un frío que se agarra a cualquier parte del cuerpo. Tenemos aún una buena subida por delante. A los pocos kilómetros el frío ya solo es un recuerdo. Pedaleamos lentos y poco antes de culminar la subida nos encontramos con algunos tramos helados. Por fin alcanzamos el Puerto de las Cabrillas (1325 m), donde nos reencontramos con el sol.
Este puerto marca la línea divisoria entre la provincia de Castellón y Teruel. Nos adentramos en tierras del Maestrazgo turolense. Infinitos y laboriosos muros de piedra vertebran el espacio, salpicado por pequeñas edificaciones de planta circular.
Iniciamos el descenso y a los pocos metros vemos un cartel informativo. Nuestra curiosidad es demasiado fuerte y frenamos para ver de qué se trata. Vemos indicaciones de Sendero de Gran Recorrido (marcas rojas y blancas) que descienden hacia un barranco y una indicación de La Cuba. Se trata del GR 8, más concretamente de una variante: 8.2, un interesante recorrido para los amantes del senderismo.
Proseguimos nuestro descenso hacia la localidad de La Iglesuela del Cid. En las proximidades de esta localidad hay varios yacimientos que abarcan desde el Neolítico a la Edad del Hierro, casi todos ellos situados en los barrancos que se abren al sur de la localidad. El más importante es el que se encuentra en el cerro de Nuestra Señora del Cid, un yacimiento de origen íbero que tuvo continuidad en época romana. Los topónimos de la zona, acompañados de «Cid», hacen pensar en la presencia de el Cid por estas tierras y parece que hay numerosas leyendas al respecto.
Tras un descanso y con pena por no poder dedicar un poco de tiempo a la exploración, salimos de La Iglesuela del Cid por una carretera ancha y en ligera subida. Cuando pasamos un pequeño collado vemos que la carretera desciende y vemos la posibilidad de desviarnos por el antiguo trazado de la carretera, evitando así la carretera principal. Todo un acierto porque se evitan dos descensos (con sus correspondientes ascensos) y una carretera ancha y fea.
Al no tener mantenimiento nos encontramos con largos tramos helados que nos recuerdan la cercanía del invierno. Cuando llegamos a las zonas de umbría la temperatura desciende y nuestros cuerpos se encogen buscando algo de calor.
La carretera, ahora en desuso y solo transitada por alguno de los dueños de las fincas, se abre camino por la espesura de los pinares. Este tramos da más vuelta si elegimos esta opción, pero creo que merece la pena los pocos metros de más que hacemos.
Nos incorporamos a la carretera principal para llegar hasta Cantavieja. Encaramada a casi 1300 m de altitud, tiene una posición estratégica en un espolón desde el cual se tiene una amplia panorámica del Barraco de Juan y el barranco por el que se abre paso el río Cantavieja.
En la parte más elevada se conserva parte del recinto del castillo y sus calles conservan el encanto de las calles empedradas y casas con solera. No dejamos pasar la oportunidad de pedalear por sus calles antes de proseguir nuestro camino.
Descendemos hacia el Barranco de Juan salvando en poco menos de tres kilómetros los 200 metros que nos separan, para juntarnos con el río Cantavieja. Nuestro pedaleo nos acerca de forma lenta pero firme a nuestro siguiente destino: Mirambel. Poco antes de llegar a esta población nos encontramos que has hecho una nueva carretera más ancha de acceso, nosotros decidimos seguir el trazado antiguo más agradable y sin tráfico, entrando a Mirambel por la Ermita de San Roque.
Este pueblo nos sorprende por su modesta belleza. Calles estrechas y empedradas cubiertas de la tranquilidad que le otorgan los pocos vecinos. Recorremos sus calles y paramos en una tienda a probar algún dulce.
Nos tomamos nuestro tiempo puesto que estamos a pocos kilómetros de finalizar nuestra ruta. Tras saciar el hambre reanudamos la marcha desviándonos por una pequeña carretera que, tras pasar por la Ermita de Sant Marc de grandes proporciones, nos lleva directos a Olcau del Rey. Donde damos por finalizado nuestro soleado fin de semana invernal por el Maestrazgo y donde cerramos el Anillo de Morella.
Recorrido
No grabamos la ruta puesto que existen numerosos tracks en wikiloc y el track está disponible en la página oficial del Camino del Cid.
Información práctica
- El Camino del Cid tiene una página web fantástica con mucha información sobre los diversos recorridos y los track. El enlace del Anillo de Morella lo tenéis en: http://www.caminodelcid.org/rutas/anillo-de-morella-cicloturismo-554318/